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27/4/25

La España Ilustrada, colección editada por Hauser & Menet

 Técnica, mercado y construcción visual de España (1890–1899)

Adolfo Menet Kursteiner y Oscar Hauser Müller llegaron a España en 1890 y, tras colaborar con la Sociedad Artística Fotográfica, establecieron su editorial en Madrid. En 1892 iniciaron la producción de postales, alcanzando en 1902 una tirada mensual de 500.000 ejemplares. Su sede se trasladó a la Travesía de la Ballesta, donde consolidaron su actividad editorial.

La colección España Ilustrada, creada por la editorial Hauser & Menet entre 1890 y 1899, fue una obra fundamental en la fotografía española de finales del siglo XIX. Fundada por dos fotógrafos suizos, esta editorial se destacó por ser pionera en técnicas fotomecánicas como la fototipia y por la alta calidad de sus productos, que incluían postales, álbumes y láminas para revistas. Hauser & Menet logró combinar la documentación de la España histórica con imágenes de la modernidad industrial y urbana, reflejando así una visión dual del país. 


Sus imágenes, reutilizadas en diversas publicaciones, contribuyeron a construir un imaginario visual nacional que mezclaba tradición y modernidad. Además, la editorial aplicó tratamientos técnicos que daban a algunas fotografías un aire pictórico, mostrando una sensibilidad artística además de documental.La mayoría de las imágenes se atribuyen a Hauser & Menet o a colaboradores cercanos, basándose en clichés usados posteriormente en postales. Las fotografías mostraban ciudades modernas y espacios públicos animados, usando términos como "moderna" o "en movimiento" en sus descripciones.

En un momento de auge de las técnicas de reproducción fotomecánica en Europa y España, Hauser & Menet se posicionó como pionera en fototipia, especialmente conocida por sus tarjetas postales. Sus principales competidores fueron J. Thomas en Barcelona y Fototipia Laurent (posteriormente Lacoste y Cía.), heredera del archivo de Jean Laurent.España Ilustrada fue clave para entender el archivo visual inicial de Hauser & Menet y su rol en la difusión de una imagen dual de España: histórica y moderna. Su éxito radicó en la versatilidad de formatos y la capacidad de llegar tanto al gran público como a especialistas, consolidando un legado artístico y documental en la fotografía española de fin de siglo.


1. Introducción: El proyecto España Ilustrada y su importancia

La colección España Ilustrada, editada por Hauser & Menet en la última década del siglo XIX, constituye uno de los testimonios visuales más relevantes para comprender la construcción simbólica de la imagen de España en la era de la modernización. Desde su aparición, recibió el reconocimiento de la crítica contemporánea, como demuestra la reseña publicada el 12 de julio de 1897 en el periódico La Justicia, que afirmaba que el álbum era “muy superior a todos los publicados en España y aun a los extranjeros que conocemos”. Este temprano elogio no sólo confirma la calidad de las imágenes, sino que señala la capacidad del proyecto para articular estética y técnica en un momento de profundas transformaciones visuales en Europa.

España Ilustrada supuso, además, el afianzamiento definitivo de Hauser & Menet como una de las casas editoriales fotográficas más innovadoras de su tiempo, combinando la tradición de la fotografía monumental con las nuevas demandas de un mercado editorial en expansión.

2. Contexto técnico: Auge de las técnicas fotomecánicas

En el contexto técnico de finales del siglo XIX, la difusión de imágenes impresas experimentó una verdadera revolución gracias a los avances en las técnicas de reproducción fotomecánica. La fototipia, en particular, se consolidó como un medio de excelencia para la reproducción de fotografías con un alto nivel de detalle. Hauser & Menet fueron pioneros en España en la utilización de esta técnica, asegurando una calidad de imagen que los situaba por delante de competidores como Fototipia Laurent o J. Thomas.

La capacidad para dominar y perfeccionar los procesos de impresión en fototipia otorgó a la editorial una ventaja competitiva decisiva, permitiéndoles responder tanto a las exigencias artísticas de su tiempo como a las necesidades de producción masiva. El hecho de que sus productos fueran comparables e incluso superiores a los de editoras extranjeras indica la integración de la empresa en las redes europeas de innovación tecnológica.

3. Fundación y evolución empresarial: Consolidación en Madrid

La trayectoria empresarial de Hauser & Menet comienza en 1890, cuando Adolfo Menet Kursteiner y Oscar Hauser Müller, tras colaborar en la Sociedad Artística Fotográfica, decidieron fundar su propio establecimiento en Madrid. Instalados inicialmente en la Calle Desengaño y más tarde en un local más amplio de la Travesía de la Ballesta, los suizos desplegaron una estrategia empresarial basada en la diversificación de productos: láminas, álbumes de fototipias, ilustraciones para revistas y periódicos, y, desde 1892, tarjetas postales.

Esta diversificación respondió a la evolución del mercado, cada vez más orientado al consumo visual masivo. Para 1902, Hauser & Menet había alcanzado una tirada de 500.000 postales mensuales, cifra que ilustra su capacidad de producción industrial y la eficacia de sus redes de distribución. El éxito no fue resultado únicamente de su pericia técnica, sino también de su habilidad para entender las dinámicas de un mercado cultural en expansión.

4. El proyecto España Ilustrada: Estructura editorial y fases de publicación

España Ilustrada fue concebida en dos grandes fases. En un primer momento, entre 1890 y 1896, se publicaron láminas sueltas de fototipias impresas en cartulina de alta calidad, numeradas hasta la 556. Estas láminas recogían un repertorio amplio de vistas urbanas, monumentales y paisajísticas, abarcando desde el patrimonio medieval hasta las infraestructuras industriales contemporáneas.

A partir de 1897, Hauser & Menet optaron por reorganizar el material en cuadernillos de cinco láminas cada uno, acompañados de breves comentarios explicativos. Comercializados a un precio asequible de una peseta, estos cuadernillos, que sumaban en total 200 láminas distribuidas en 40 entregas, permitieron ampliar el acceso del público a la colección. La estrategia editorial no sólo multiplicó la circulación de las imágenes, sino que también contribuyó a consolidar un imaginario visual colectivo de España en un momento clave de construcción nacional.

5. Programa iconográfico: Territorio, monumento e industria

El repertorio iconográfico de España Ilustrada ofrece una representación compleja de la realidad española, alternando entre la monumentalización de un pasado glorioso y la exaltación de los avances técnicos de la modernidad. La inclusión de monumentos icónicos como la Alhambra, la Catedral de Sevilla o la Universidad de Salamanca reafirma una narrativa histórica y artística que situaba a España en el concierto cultural europeo.

Sin embargo, Hauser & Menet también incorporaron vistas de infraestructuras contemporáneas como el Banco de España, el Monumento a Colón o el Puente de Portugalete, articulando una visión de progreso industrial. Esta tensión entre pasado y futuro, entre tradición y modernidad, constituye uno de los rasgos más innovadores de la colección.

Además de cubrir 28 provincias españolas, el proyecto extendió su alcance a Portugal, incluyendo 13 láminas dedicadas a Oporto, Lisboa y Coimbra. Esta extensión geográfica sugiere una concepción peninsular de la identidad visual, en línea con las aspiraciones iberistas que circulaban en ciertos círculos intelectuales de la época.

6. Autoría fotográfica: Originalidad y reinterpretación visual

Aunque buena parte del material partía de fotografías realizadas por la propia firma o por sus colaboradores inmediatos, Hauser & Menet también reinterpretaron modelos visuales previos establecidos por fotógrafos como Jean Laurent y Charles Clifford. Sin embargo, en estos casos no se limitaron a reproducir los mismos encuadres, sino que propusieron variaciones significativas: cambios de ángulo, inclusión de elementos de contexto urbano o ajustes en la composición que aportaban una mirada renovada sobre los iconos nacionales.

El hecho de que los archivos originales de la empresa hayan desaparecido dificulta una atribución precisa de todas las imágenes, pero los estudios de Martín Carrasco Marqués y Francisco Pérez Linares permiten afirmar que Hauser & Menet desempeñaron un rol activo como fotógrafos y no meramente como impresores.

7. Tratamiento estético: La búsqueda de un lenguaje pictorialista

Aunque orientada a la documentación, España Ilustrada incorpora numerosos recursos formales propios del pictorialismo fotográfico. La difuminación de bordes, practicada en 46 imágenes de manera selectiva, genera una atmósfera etérea que transforma la fotografía en una representación casi pictórica.

Del mismo modo, la eliminación sistemática del cielo en algunas vistas o el uso de retoques manuales sobre los clichés refuerzan el carácter artístico de las imágenes. En los textos que acompañan algunas fototipias, especialmente las dedicadas a paisajes de Redondela o Cuenca, se emplea el adjetivo "pintoresco", revelando una voluntad de inscripción estética en las categorías románticas del paisaje.

8. Difusión estratégica y reutilización de imágenes

La importancia de España Ilustrada no se limita a su edición en formato de láminas o cuadernillos. Numerosos clichés de la colección fueron reutilizados en revistas ilustradas de gran difusión como Blanco y Negro y La Gran Vía. Esta circulación secundaria de las imágenes amplificó su impacto, contribuyendo a fijar en el imaginario colectivo ciertas representaciones visuales de los monumentos y paisajes españoles.

La colaboración estratégica con publicaciones periódicas permitió además a Hauser & Menet mantenerse presentes en el mercado editorial durante más de medio siglo, convirtiendo sus imágenes en auténticos referentes visuales.

9. Conclusión: El legado dual de España Ilustrada

El proyecto España Ilustrada sintetiza de forma magistral dos tendencias de la España de fin de siglo: la reafirmación de una identidad histórica a través del patrimonio monumental y la afirmación de una modernidad emergente ligada a las infraestructuras y la industrialización.

El éxito de la colección radicó en su versatilidad de formatos, su capacidad para llegar tanto a públicos especializados como al gran público, y en su calidad técnica y estética. En última instancia, España Ilustrada no fue sólo un producto editorial de su tiempo, sino también una herramienta de construcción cultural que dejó una huella profunda en el archivo visual de España.



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