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24/7/25

0. Indice: La Tarjeta Postal Ilustrada.

Evolución Histórica y Transformación Comunicativa
en el Contexto de la Modernización Europea

1. Introducción

La tarjeta postal ilustrada experimentó, en menos de un siglo, una transformación paradójica: de conformar un elemento cotidiano omnipresente a ocupar un lugar marginal en la investigación histórica, desplazamiento que revela un prejuicio académico persistente nacido de su carácter comercial y masivo (Guereña, 2005). Sin embargo, la postal cumple los requisitos básicos de un documento de archivo: se genera en un contexto práctico, suele conservarse mucho tiempo, deja huellas de la memoria individual y social y, en ocasiones, posee valor probatorio (Riego Amézaga, 2011). Su estudio, por tanto, permite esclarecer procesos de modernidad y la formación de imaginarios colectivos entre los siglos XIX y XX.

Su análisis requiere un enfoque interdisciplinario que reconozca que la postal ilustrada no fue simplemente un medio de comunicación, sino un vehículo de construcción de imaginarios colectivos y un instrumento de modernización cultural que anticipó desarrollos posteriores en los medios de comunicación masiva (Anderson, 1983). El estudio de este objeto efímero revela las transformaciones fundamentales que caracterizaron la Segunda Revolución Industrial, la consolidación de los Estados-nación y la emergencia de una cultura visual democrática.

El siglo XIX representa un momento de transformación radical en la historia de los medios de comunicación visual, caracterizado por innovaciones tecnológicas que revolucionaron las formas de producción, circulación y consumo de imágenes. Esta transformación inició los fundamentos técnicos y culturales para el desarrollo de la tarjeta postal ilustrada, uno de los medios de comunicación masiva más exitosos de la modernidad temprana. Para comprender adecuadamente este fenómeno, resulta fundamental examinar el conjunto de transformaciones tecnológicas y cambios culturales que configuraron el contexto histórico en el cual emergió y se desarrolló la postal ilustrada (Benjamin, 1936; Mitchell, 1994).

Las tecnologías de reproducción visual que se desarrollaron durante este período no constituyen meros avances técnicos aislados, sino elementos constitutivos de un sistema complejo de transformaciones sociales, culturales y económicas que redefinieron las relaciones entre tecnología, arte y sociedad. La convergencia entre innovaciones en fotografía, procesos de impresión y sistemas de distribución creó las condiciones materiales necesarias para la emergencia de nuevos medios de comunicación que articularon de manera inédita las dimensiones técnicas, estéticas y comerciales de la cultura visual moderna (Crary, 1990; Sekula, 1984).

La postal ilustrada funcionó como laboratorio experimental donde convergieron innovaciones tecnológicas, transformaciones sociales y cambios culturales que alteraron profundamente las formas de comunicación y las relaciones sociales.

1.1 Contextualización Historiográfica

La historiografía española sobre la postal ilustrada ha experimentado una evolución significativa durante las últimas décadas, transitando desde estudios puramente descriptivos hacia análisis más complejos que incorporan perspectivas de la cultura visual y la historia de la comunicación (Carrasco Marqués, 1992). Los trabajos pioneros de investigadores como Martín Carrasco Marqués, Jean-Louis Guereña y Bernardo Riego han establecido las bases metodológicas para un abordaje científico riguroso de este fenómeno, superando las limitaciones de los enfoques meramente coleccionistas que dominaron los estudios iniciales (Teixidor, 1999).

La renovación historiográfica ha sido impulsada por la incorporación de nuevas perspectivas teóricas procedentes de los estudios visuales y la historia cultural, que han permitido situar la postal ilustrada en el contexto más amplio de las transformaciones de la sociedad de masas emergentes (Riego, 2011). Esta perspectiva ha resultado fundamental para comprender cómo la postal funcionó como precedente de las redes sociales contemporáneas y como instrumento de construcción de identidades nacionales y regionales (Almarcha, 2007).

2. Metodología contemporánea y perspectivas de investigación

La historiografía postal contemporánea ha superado los prejuicios académicos iniciales que relegaron estos documentos al ámbito del coleccionismo privado, reconociendo actualmente su valor como fuentes históricas privilegiadas para el estudio de procesos de modernización cultural y construcción de imaginarios colectivos (Guereña, 2005). El desarrollo de marcos metodológicos específicos permite analizar estas fuentes desde perspectivas interdisciplinarias que integran historia cultural, estudios visuales y ciencias de la documentación (López Hurtado, 2013).

El análisis científico de estas piezas requiere una estrategia que combine el material de examen y la interpretación semiótica. Desde el punto de vista físico, resulta imprescindible describir dimensiones, técnicas de impresión, soportes y marcas editoriales, pues tales rasgos facilitan la datación aproximada y la identificación de procedimientos industriales específicos (Staff, 1966). Dos hitos regulatorios ayudan a acotar cronologías: la aprobación del « Privilegierte Correspondenz-Karte » en Austria-Hungría (1869) y la reforma de la Unión Postal Universal (1906), que dividió el reverso en mensaje y dirección, generando cambios normativos fácilmente rastreables (López Hurtado, 2013).

La descripción material debe complementarse con un análisis de contenido que atienda la interacción multimodal entre imagen, texto impreso y mensaje manuscrito. Esta perspectiva desvela la función camaleónica de la postal como fotografía, publicidad, souvenir y correspondencia simultánea (Andriotis & Mavrič, 2013). La lectura de sus escenas urbanos-turísticas, retratos exóticos o alegorías patrióticas exponen tanto la circulación de estereotipos como la negociación local de identidades, un aspecto que adquiere especial relevancia al aplicar un enfoque postcolonial centrado en las jerarquías de mirada y poder (Alloula, 1986).

La investigación rigurosa se fortalece mediante triangulación con fuentes independientes: registros fotográficos, prensa, guías de viaje y documentación administrativa. Esta verificación es crucial ante la frecuente manipulación editorial —retoques, recortes o leyendas añadidas— que perseguía fines turísticos, propagandísticos o de auto-promoción urbana (Staff, 1966).

La postal ilustrada del siglo XIX constituye un fenómeno cultural multidimensional que requiere un análisis interdisciplinar para comprender su verdadero alcance histórico (Riego, 2010). Este objeto, aparentemente modesto en su materialidad, representa una síntesis civilizatoria excepcional que articula transformaciones tecnológicas, sociales y culturales de profunda trascendencia para la modernidad española (Guereña, 2005). El estudio de la postal ilustrada trasciende el mero análisis de un producto postal para convertirse en una ventana privilegiada hacia la comprensión de los procesos de democratización visual y construcción de imaginarios colectivos que caracterizaron el tránsito de la España tradicional hacia la modernidad (Sánchez Vigil, 2014).

El estudio de estos procesos requiere un enfoque interdisciplinario que integre perspectivas de la historia de la tecnología, los estudios culturales, la historia del arte, la sociología y la economía. Solo mediante esta aproximación integral es posible comprender cómo las innovaciones técnicas se articularon con demandas sociales específicas, proyectos culturales determinados y estrategias comerciales particulares para dar lugar a fenómenos culturales complejos como la tarjeta postal ilustrada (Gitelman, 2006; Bolter & Grusin, 1999).

La metodología empleada en esta investigación adopta un enfoque interdisciplinar que integra perspectivas de la historia social, la historia de la tecnología, los estudios culturales y la teoría de la comunicación visual. Esta aproximación metodológica resulta imprescindible para captar la complejidad de un fenómeno que no puede ser reducido a una única dimensión analítica, sino que debe ser comprendido como resultado de una convergencia multifactorial de elementos tecnológicos, económicos, sociales y culturales (Contreras, 2017).

3. Antecedentes históricos y genealogía del medio

La genealogía de la tarjeta postal se articula mediante una secuencia de innovaciones que optimizaron la comunicación breve, visible y de bajo coste. Los billetes de visita y las tarjetas comerciales introdujeron la autopresentación escrita sin sobre, mientras los papeles abiertos militares y administrativos consolidaron la escritura expuesta y abarataron tarifas postales (Araneda, 2023). La estandarización de formularios preimpresos oficiales reforzó la idea de un portador público, barato y confiable.

3.1 Transformaciones socioeconómicas

La Segunda Revolución Industrial (1870-1914) proporcionó las condiciones técnicas indispensables para el desarrollo masivo de la tarjeta postal ilustrada (Gordon, 2021). Los avances en siderurgia, química y electricidad revolucionaron los procesos de producción gráfica, mientras que la expansión del ferrocarril y la navegación a vapor comprimieron las distancias geográficas.

La postal ilustrada representó una síntesis tecnológica excepcional que integró múltiples innovaciones desarrolladas durante la segunda mitad del siglo XIX (Riego, 2010). Esta convergencia no fue fortuita, sino resultado de la maduración simultánea de diversas tecnologías que encontraron en la postal un punto de intersección particularmente fértil. Las mejoras en los sistemas de transporte, especialmente el ferrocarril, proporcionarán la infraestructura logística necesaria para la circulación masiva de correspondencia, mientras que los avances en las técnicas de impresión hicieron posible la producción industrial de imágenes de alta calidad a costes accesibles (Standage, 1998).

En Gran Bretaña, las tasas masculinas de alfabetización aumentaron del 69,3% al 97,2% entre 1851 y 1900, mientras que la alfabetización femenina creció del 54,8% al 96,8% durante el mismo período (Vincent, 2000). Esta expansión educativa creó una demanda social masiva de medios de comunicación accesibles y económicos.

Las reformas postales de Rowland Hill transformaron el sistema británico mediante la introducción del " Penny Post " en 1840, estableciendo una tarifa uniforme de un penique por carta de media onza independientemente de la distancia transportada (Hill, 1840). El impacto fue inmediato: en el primer año del Penny Post, el número de cartas enviadas en el Reino Unido se duplicó, duplicándose nuevamente en diez años.

3.2 Institucionalización Internacional: La Unión Postal Universal

La creación de la Unión Postal Universal (UPU) representa uno de los hitos más significativos en la historia de las comunicaciones internacionales. El 9 de octubre de 1874 se firmó el Tratado de Berna, que desarrolló la Unión General de Correos, denominada Unión Postal Universal a partir de 1878 (Staff, 1979). España fue miembro cofundador en 1878, participando activamente en los procesos de estandarización que definirían las características técnicas y comerciales del medio postal.

La UPU descubrió especificaciones precisas: tamaño estandarizado de 14 × 9 cm y tarifas unificadas de 10 céntimos para las tarjetas que transitaban entre países miembros (Teixidor, 1999). El éxito de esta estandarización internacional fue extraordinario: a principios del siglo XX, la organización proporcionaba cobertura postal a 1.084 millones de habitantes de los 1.600 millones que componían la población mundial, estableciendo la primera red de comunicación verdaderamente global de la historia moderna.

4. Transformación de la industria postal

4.1 Breve historia de la tarjeta postal

La transición estructural del monopolio estatal hacia la producción privada marcó un punto de inflexión fundamental en la historia de la comunicación masiva. En España, las primeras tarjetas postales ilustradas aparecieron hacia 1890, siendo las más antiguas conocidas las tituladas " Recuerdo de Madrid " de la casa Hauser y Menet , circuladas el 21 de octubre de 1892 (Guereña, 2005).

La síntesis innovadora de texto e imagen anticipó la comunicación audiovisual moderna, estableciendo patrones comunicativos que perdurarían durante décadas. Al destacar monumentos emblemáticos, paisajes representativos y eventos patrióticos, la postal contribuyó decisivamente a construir imaginarios nacionales cohesivos y un globalismo cultural característico de la modernidad emergente.

4.2 La fotografía del siglo XIX: diversidad tipológica y material

La aparición de la postal ilustrada en España debe situarse en el contexto más amplio de la revolución visual que transformó la cultura europea durante el siglo XIX (Fandiño, 2005). Esta revolución no fue resultado de un factor único, sino de una convergencia excepcional de innovaciones tecnológicas, transformaciones sociales y nuevas necesidades comunicativas que crearon las condiciones para el surgimiento de nuevos medios de reproducción y difusión de imágenes (Martos Causapé, 2005).

El proceso se inició con la invención de la fotografía en 1839, que representó una transformación radical en las posibilidades de reproducción visual de la realidad. Sin embargo, la verdadera revolución no residió únicamente en la capacidad técnica de capturar imágenes, sino en las transformaciones socioculturales que esta nueva tecnología generó al democratizar el acceso a la representación visual (Vázquez Casillas, 2004). La fotografía no solo documentó la realidad, sino que transformó la percepción social de la misma, creando nuevas formas de ver y entender el mundo (Naranjo, 2003).

La democratización del retrato fotográfico constituyó uno de los primeros indicadores del potencial transformador de las nuevas tecnologías visuales (Vázquez Casillas, 2004). Mientras que durante siglos el retrato había sido privilegio de élites, la fotografía permitió que amplios sectores de la población accedieran por primera vez a la posibilidad de conservar su imagen para la posteridad. Este proceso no fue meramente técnico, sino que implicó una transformación cultural profunda en las concepciones sobre la memoria, la identidad y la representación social (Díez, 2004).

La expansión de la fotografía en España durante la segunda mitad del siglo XIX siguió patrones similares a los observados en otros países europeos, aunque con ciertas especificidades derivadas de las características particulares del contexto español. El retraso relativo en la adopción de las nuevas tecnologías se compensó con una asimilación acelerada una vez que las condiciones técnicas y económicas lo permitieron (Martos Causapé, 2005).

La fotografía iniciada en 1839 modificó las formas de producción y circulación de imágenes, creando las condiciones técnicas y culturales que harían posible la tarjeta postal ilustrada. El daguerrotipo de Daguerre proporcionó la primera captura «real» de la realidad (Daguerre, 1839), pero su carácter irreproducible limitaba la difusión.

La introducción del colodión húmedo de Archer redujo los tiempos de exposición y permitió negativos estables aptos para copias múltiples (Archer, 1851), mientras el papel albuminado de Blanquart-Evrard abrió la puerta a tiradas industriales al ofrecer copias nítidas y económicas (Blanquart-Evrard, 1850).

La auténtica democratización llegó con la carta de visita patentada por Disdéri, que multiplicó ocho retratos en una sola placa y abarató el coste hasta hacerlo accesible a la clase media emergente (Disdéri, 1854). La «cartomanía» desatada tras el retrato de Napoleón III en 1859 se convirtió en el intercambio de retratos en práctica social masiva (McCauley, 1985).

4.3 Revolución en las técnicas de producción gráfica industrial.

La revolución de las técnicas gráficas del siglo XIX colocó las bases de la tarjeta postal ilustrada al conjugar calidad fotográfica y producción industrial. La postal ilustrada representó una síntesis tecnológica excepcional que integró múltiples innovaciones desarrolladas durante la segunda mitad del siglo XIX (Riego, 2010). Esta convergencia no fue fortuita, sino resultado de la maduración simultánea de diversas tecnologías que encontraron en la postal un punto de intersección particularmente fértil.

La mecanización de la imprenta durante este período permitió incrementos exponenciales en la capacidad productiva, reduciendo significativamente los costos unitarios y ampliando las posibilidades de acceso a productos impresos para sectores sociales más amplios. La introducción de prensas mecánicas y posteriormente de sistemas de impresión rotativa transformó completamente la economía de la producción gráfica, creando las condiciones para el desarrollo de una verdadera industria de la imagen (Thomas i Bigas, 1885).

La cromolitografía de Engelmann (1837) introdujo el color polisémico mediante múltiples piedras litográficas, pero su complejidad y costo limitaron las tiradas (Engelmann, 1837). El fotograbado de semitono aportó rapidez en prensa, aunque sacrificó matices tonales frente al modelo fotográfico.

El desarrollo de la cromolitografía en los talleres españoles durante las décadas de 1860 y 1870 representó un avance técnico decisivo que permitió la producción de materiales impresos en color con calidad superior y costes controlados (Senefelder, 1796). Esta técnica, que utilizaba múltiples piedras litográficas para conseguir efectos cromáticos complejos, fue adoptada rápidamente por las empresas editoriales más innovadoras, que vieron en ella una oportunidad para diferenciarse comercialmente y atender demandas cada vez más sofisticadas del público (Guereña, 2005).

La fototipia, perfeccionada entre 1897 y 1905, destacada por su malla gelatinosa que replicaba la continuidad tonal de la fotografía, permitiendo altos volúmenes a costes reducidos (Teixidor Cadenas, 2021).

4.4 Los objetos efímeros y la paradoja de la permanencia

La efímera describe materiales de uso inmediato y desechables, como las tarjetas postales ilustradas, producidas masivamente en cartulina ligera con baja expectativa de conservación (Lewis, 1985). Paradójicamente, su gran tirada y el coleccionismo precoz les otorgaron una permanencia excepcional; hoy funcionan como fuentes históricas privilegiadas para el estudio de la cultura visual y la vida cotidiana.

Aunque concebidas para un solo envío, las postales sobrevivieron gracias a redes de intercambio y archivos informales: clubes de coleccionistas y álbumes familiares que luego donaron sus fondos a bibliotecas y museos (Makepeace, 1985). Su valor documental radica en la evidencia directa de prácticas turísticas, transformaciones urbanas y hábitos epistolares ausentes en fuentes oficiales.

5. El boom como fenómeno comunicativo masivo

5.1 Características cuantitativas del intercambio masivo

La expansión inicial de la tarjeta postal tras su lanzamiento el 1 de octubre de 1869 mostró un éxito inmediato sin precedentes. En los primeros tres meses después de la emisión de la primera postal austriaca se vendieron cerca de tres millones de ejemplares, evidenciando una demanda social latente que había permanecido sin satisfacer hasta entonces.

La transformación decisiva llegó con la introducción de postales ilustradas en la década de 1890. En España, Hauser y Menet editaron las primeras postales con imágenes de Madrid en 1892, iniciando una revolución visual que transformó radicalmente el carácter de la correspondencia popular. Para 1900 había ya más de 140 casas dedicadas a imprimir, editar o vender postales relativas a España, evidenciando la rapidez con que se desarrolló una industria especializada en torno a este nuevo medio de comunicación (Riego, 2011).

La Edad de Oro de las postales ilustradas, que abrió el período comprendido entre 1900 y 1914, constituyó el momento de máxima expansión del fenómeno postal. En Estados Unidos, donde la población era de 88.7 millones de habitantes, se enviaron por correo 677.777.798 tarjetas entre junio de 1907 y junio de 1908, lo que equivale a aproximadamente 18.570 postales diarios con un promedio de siete postales por habitante anual (Restrepo-Millán, 2012).

5.2 Coleccionismo especializado y cartofilia

El coleccionismo postal se convirtió en un fenómeno social masivo que generó estructuras organizativas internacionales y creó redes de intercambio entre personas que no se conocían personalmente. La práctica del intercambio entre desconocidos se había generalizado hasta tal punto que las postales a menudo se enviaban y recibían hacia y desde extraños por docenas. Los anuncios para corresponsales de postales eran comunes en revistas, y se establecieron clubes de tarjetas postales ilustradas alrededor del mundo, creando una red global de comunicación que anticipó las características fundamentales de los sistemas de intercambio digital contemporáneos.

En 1901 se fundó en Barcelona la Sociedad Cartófila Española Hispania, que llegó a tener 900 socios en los primeros meses y editaba la revista España Cartófila (Tarrés Pujol, 2024). La Asociación Mundial Kosmopolit , fundada en Núremberg en 1897, llegó a contar con más de 15.000 miembros solo en Alemania durante su momento álgido antes de la Primera Guerra Mundial.

Esta práctica anticipó características de las comunicaciones globalizadas que se desarrollaron plenamente en épocas posteriores, estableciendo precedentes de lo que hoy entendemos como redes sociales (Riego, 2010).

6. Dimensiones comunicativas innovadoras

6.1 democratización revolucionaria

La accesibilidad económica de las postales constituía el factor fundamental de su capacidad democratizadora (Blanco y Negro, 1898). Mientras que libros ilustrados, revistas artísticas o reproducciones enmarcadas resultaban prohibitivos para la mayoría de la población, las postales ofrecían calidad visual comparable a precios al alcance de sectores sociales medios y populares. Las postales constituyeron el primer medio masivo que democratizó genuinamente la fotografía, transformándola de actividad privada limitada a élites económicas en fenómeno público universalmente accesible. Los fotógrafos encontraron un campo extraordinariamente propicio para divulgar su trabajo, mientras las " foto-postales " con papel fotográfico sensibilizado permitieron la producción artesanal de ediciones únicas y personalizadas.

6.2 Multimodalidad comunicativa e interactividad

La postal ilustrada desarrolló un innovador sistema de comunicación multimodal al fusionar imagen fotográfica y texto manuscrito, constituyéndose como el primer medio interactivo masivo de la historia. Su naturaleza bidireccional contrastaba radicalmente con los medios tradicionales unidireccionales, ya que demandaba participación activa del usuario mediante la personalización del mensaje y el envío.

Este formato funcionó como catalizador cultural que propició la hibridación de tradiciones visuales previamente independientes (Berenguer et al., 2019). La convergencia técnica de fotografía, grabado, litografía y diseño gráfico en un único soporte generó nuevas posibilidades expresivas que superaban las restricciones individuales de cada disciplina. Esta síntesis creativa trascendió lo meramente técnico para configurar un lenguaje visual específico adaptado a las particularidades funcionales del medio (Riego, 2011).

La articulación equilibrada entre elementos visuales y textuales transformó la postal en un vehículo extraordinariamente eficiente para transmitir mensajes complejos mediante formatos accesibles. Esta capacidad comunicativa resultó decisiva en su posterior adopción como instrumento de construcción identitaria y difusión de imaginarios culturales (Almarcha, 2007).

6.3 Convergencia inédita de lo privado y lo público

Las postales dictaminaron una convergencia única entre lo privado y lo público al carecer de sobre protector. Las imágenes eran públicas por sus temas y reproducción masiva, pero se privatizaban al dirigirse a destinatarios específicos. Esta hibridación comunicativa permitió formas sutiles de "salir del anonimato" y "gritar al mundo la existencia" (Guereña, 2005).

7. Impacto cultural y social

7.1 Transformación radical de patrones de consumo cultural

La postal introduce transformaciones fundamentales en los patrones de consumo cultural al proporcionar acceso masivo a imágenes de calidad previamente reservadas a élites sociales. Esta democratización del consumo visual alteró profundamente las relaciones entre clases sociales y modificó formas tradicionales de construcción del gusto estético. Los álbumes de postales se incorporan al mobiliario doméstico como símbolos de modernidad y refinamiento (Riego Amézaga, 2011).

7.2 Función educativa y transformadora cultural

Las postales funcionaron como ventanas al mundo que ampliaron extraordinariamente horizontes geográficos y culturales. La tarjeta postal ilustrada con fototipia significó para el naciente turismo europeo internacional su mejor agente de divulgación (Lois, 2017). Esta función educativa excepcional convirtió las postales en herramientas fundamentales de conocimiento geográfico y comprensión intercultural.

7.3 Construcción de imaginarios colectivos e identidades nacionales

La tarjeta postal ilustrada funcionó efectivamente como vehículo privilegiado para la construcción de imaginarios colectivos durante el período 1869-1914. Su desarrollo coincidió con los procesos de modernización europea, actuando simultáneamente como producto y productor de transformaciones socioculturales fundamentales (Anderson, 1983). La construcción de identidades regionales a través de las postales siguió patrones específicos que combinaban elementos patrimoniales tradicionales con innovaciones representativas modernas. Las series dedicadas a diferentes regiones españolas no se limitaban a reproducir monumentos y paisajes, sino que construían narrativas visuales coherentes que presentaban cada territorio con características distintivas pero integradas en el conjunto nacional (Almarcha, 2007).

La temática de las postales no fue neutral: privilegió monumentos nacionales, paisajes emblemáticos, tipos populares característicos y eventos históricos significativos, construyendo sistemáticamente una iconografía nacional que contribuyó decisivamente a la consolidación de identidades colectivas.

7.4 Estructura Industrial y Empresarial del Sector Postal

El desarrollo de la industria postal española siguió a patrones europeos con especificidades propias del contexto nacional (Carrasco Marqués, 1992). Entre 1892 y 1900 operaron más de ciento cuarenta editores e impresores locales especializados en tarjetas postales ilustradas, evidenciando la vitalidad del sector y la diversidad de iniciativas empresariales (Guereña, 2005).

La estructura empresarial se caracterizó por la coexistencia de grandes empresas especializadas con múltiples iniciativas locales de menor envergadura. Mientras librerías y bazares ampliaron su oferta editando sus propias postales, empresas como Hauser y Menet desarrollaron estrategias de alcance nacional (Teixidor, 1999). La empresa se especializó en impresión fotomecánica mediante fototipia, alcanzando niveles de calidad técnica que la convirtió en referencia nacional (Rodríguez Molina, 2013).

Su modelo de negocio integrado abarcó múltiples aspectos de la cadena de valor: desde la impresión hasta funciones editoriales, organizando expediciones fotográficas sistemáticas por todo el territorio español para crear un archivo visual completo del país (Palá, 2014). En 1892 encargaron al fotógrafo Francisco Pérez Linares una serie general de vistas de España que constituyó la base de su catálogo posterior (Hauser y Menet, 1892).

La empresa desarrolló redes de distribución nacional integrando canales directos y sistemas de intermediación comercial, estableciendo relaciones con librerías, bazares y tiendas en todo el territorio (Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, 1899; Teixidor, 1999). Su éxito comercial se evidencia en las cifras de producción de 1901: medio millón de postales mensuales, una capacidad extraordinaria que la situó entre las empresas editoriales más importantes de España (Blanco y Negro, 1902; Palá, 2014).

8. Críticas contemporáneas y resistencias

El éxito masivo de las postales generó críticas acérrimas, comparables a las recibidas posteriormente por televisión y medios digitales. Se consideraron " microbios que todo infectaban ", " epidemia que amenazaba la cordura " y " forma de manipulación ". A pesar de su carácter democratizador, la postal ilustrada reflejó y reprodujo sesgos sociales y culturales significativos que limitaron su capacidad de representación integral de la realidad española (Guereña, 2005).

Las imágenes seleccionadas respondían a criterios estéticos y comerciales que favorecían determinadas visiones de la realidad, creando representaciones selectivas que no correspondían con la diversidad y complejidad social española (Almarcha, 2007). Las postales tendían a representar aspectos pintorescos o monumentales, evitando mostrar problemas sociales, pobreza urbana o conflictos laborales que caracterizaron también la España de la época (Riego, 2010). Esta selección respondía tanto a consideraciones comerciales como a limitaciones técnicas y estéticas.

Las postales construyeron una imagen idealizada del país que, aunque contribuyó a la promoción turística y al refuerzo de identidades positivas, ocultó dimensiones importantes de la realidad social y económica (Rodríguez, 2024).

Las limitaciones de género también resultaron evidentes, reproduciendo estereotipos tradicionales sobre roles masculinos y femeninos sin reflejar las transformaciones sociales del período estudiado (Almarcha, 2007), evidenciando cómo la postal permanencia condicionada por las estructuras culturales dominantes de su época.

El proyecto de democratización visual encontró límites significativos derivados de condicionantes económicos y restricciones culturales y educativas (Riego, 2010). Aunque los precios eran relativamente accesibles, el coleccionismo sistemático seguía restringido a sectores con cierta capacidad económica y cultural (Teixidor, 1999).

Las barreras de alfabetización visual limitaron el impacto democratizador, especialmente en áreas rurales donde los referentes culturales y estéticos necesarios para la decodificación de imágenes no estaban extendidos (Guereña, 2005). Estas limitaciones evidencian cómo los procesos de democratización cultural requieren condiciones sociales y educativas que trascienden la mera disponibilidad técnica de productos culturales innovadores.

Durante la Primera Guerra Mundial, algunos sectores consideraron que las postales ilustradas pudieron convertirse en elementos de propaganda y manipulación de la opinión pública (López Torán, 2021).

9. Declive y transformación histórica

Después de 1914, la demanda disminuyó notablemente debido a las restricciones políticas y económicas de la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión. El aumento de fotografías en periódicos y revistas, la generalización de cámaras fotográficas, los avances del teléfono y la radio proporcionarán comunicación más rápida y entretenimiento alternativo.

En Alemania, que había sido paradigma en la utilización de las tarjetas ilustradas como elemento comunicativo durante décadas, el declive fue particularmente notable tras el conflicto mundial. Sin embargo, el fenómeno había transformado irreversiblemente las prácticas comunicativas globales, estableciendo precedentes fundamentales para el desarrollo posterior de sistemas de comunicación masiva.

10. Legado y proyección contemporánea

La "Edad de Oro" de las postales ilustradas (1900-1914) constituyó un fenómeno de comunicación masiva sin precedentes que transformó radicalmente las prácticas sociales, democratizó el acceso a imágenes y desarrolló formas comunicativas que anticiparon desarrollos posteriores en medios de comunicación. Su estudio revela que la postal no fue simplemente un souvenir o medio epistolar, sino el primer medio interactivo masivo de la historia moderna.

Las postales pueden considerarse precursoras directas de formas comunicativas contemporáneas. Su capacidad de combinar imagen y texto, facilitar la comunicación a distancia, conjugar lo privado con lo público y funcionar como entretenimiento interactivo anticipó características fundamentales de redes sociales y medios digitales actuales.

Continuidades en el Desarrollo de Medios Visuales

El legado de la postal ilustrada en el desarrollo de la cultura visual contemporánea resulta evidente en múltiples dimensiones que trascienden su función comunicativa original (Riego, 2010). Los códigos visuales desarrollados por la industria postal influyeron significativamente en el desarrollo posterior de medios como el cine, la fotografía comercial y la publicidad, estableciendo convenciones estéticas y narrativas que perduran en la actualidad (Benjamin, 2005).

La estandarización de formatos visuales que caracterizó la producción postal constituyeron precedentes directos de procesos similares en otros medios de comunicación masivos (Adorno y Horkheimer, 1947). El desarrollo de series temáticas sistemáticas anticipó estrategias posteriormente adoptadas por industrias como la cinematográfica, utilizando mecanismos similares para la construcción de géneros y la segmentación de audiencias (Riego, 2011).

Las transformaciones digitales contemporáneas han actualizado muchas de las funciones sociales y comunicativas que cumplió la postal ilustrada durante su época dorada (Riego, 2010). Las redes sociales digitales reproducen mecanismos de intercambio visual y construcción de identidades que presentan similitudes estructurales evidentes con las prácticas de coleccionismo e intercambio postal (Castells, 2009).

La inmediatez y accesibilidad que caracterizan las comunicaciones digitales actualizan, en condiciones tecnológicas diferentes, las mismas demandas sociales que satisfacen la postal ilustrada durante el cambio de siglo XIX-XX (Manovich, 2001). La capacidad para combinar imagen y texto en formatos accesibles sigue siendo una característica central de los medios contemporáneos heredada directamente de las innovaciones introducidas por la postal ilustrada (Riego, 2010).

11. Conclusiones

La tarjeta postal ilustrada se revela como un artefacto paradigmático de la modernidad europea, sintetizando múltiples procesos transformadores que definieron el período 1869-1914. Su desarrollo coincidió con y facilitó cambios fundamentales: la Segunda Revolución Industrial, la consolidación de los Estados-nación, la urbanización masiva y la emergencia de una cultura visual democrática.

La estandarización internacional promovida por la Unión Postal Universal, junto con las innovaciones técnicas en la producción gráfica, posibilitaron la expansión masiva de un medio que democratizó el acceso a la comunicación visual. La postal ilustrada funcionó como laboratorio experimental para el desarrollo de lenguajes comunicativos que posteriormente adoptarían otros medios masivos.

El estudio confirma que este objeto efímero compatible con un papel central en la construcción de imaginarios colectivos y la configuración de identidades nacionales, anticipando funciones desarrolladas posteriormente por el cine y otros medios audiovisuales. La postal contribuye así a una comprensión más matizada de los procesos de modernización y nacionalización en la Europa de entre siglos.

La pervivencia documental de estos materiales, concebidos originalmente como desechables, plantea cuestiones teóricas relevantes sobre los mecanismos de patrimonialización cultural y la construcción de la memoria histórica. La tarjeta postal ilustrada se confirma como una ventana privilegiada para comprender las transformaciones comunicativas que caracterizaron el tránsito hacia la modernidad.

La postal ilustrada ha funcionado como objeto de estudio privilegiado para el desarrollo de metodologías innovadoras en el campo de los estudios visuales (Contreras, 2017). Su carácter híbrido, que combina dimensiones tecnológicas, económicas, sociales y estéticas, la ha convertido en caso de estudio especialmente relevante para comprender los procesos de construcción social de la experiencia visual (Mirzoeff, 2003).

Los enfoques interdisciplinares desarrollados para el análisis de la postal ilustrada han proporcionado modelos metodológicos aplicados posteriormente al estudio de otros fenómenos de la cultura visual contemporánea (Riego, 2010). La integración de perspectivas históricas, sociológicas, estéticas y tecnológicas que requiere el estudio de la postal ha contribuido al desarrollo de marcos teóricos más complejos para el análisis de la cultura visual moderna (Mitchell, 2005).

Referencias bibliográficas

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