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24/6/25

Tarjetas Postales Ilustradas Españolas (1939-1961): La Reconstrucción de la Cartofilia Durante el Primer Franquismo

Introducción: El Período de Reconstrucción Nacional y Transformación Editorial

El período comprendido entre 1939 y 1961 representa una etapa fundamental de reconstrucción y transformación en la historia de la tarjeta postal ilustrada española, enmarcada por el establecimiento del régimen franquista y su consolidación durante las primeras décadas de la dictadura [236]. Esta fase histórica se caracterizó por la reorganización completa de la industria cartófila tras la devastación de la Guerra Civil, el desarrollo de nuevas empresas editoriales bajo el control del régimen, y la evolución hacia una modernización técnica que culminaría con la apertura turística de los años sesenta [237].

Durante estos años, España experimentó importantes cambios económicos y sociales que se reflejaron directamente en la producción de postales ilustradas [238]. La autarquía económica inicial del régimen franquista, seguida por la gradual apertura al exterior a partir de los años cincuenta, creó un contexto particular para el desarrollo de la industria postal [238]. El turismo comenzó a emerger como sector estratégico, especialmente después del Plan de Estabilización de 1959, generando nuevas demandas y oportunidades para los editores de postales [238].

La consolidación del régimen bajo la dictadura de Francisco Franco proporcionó un marco político estable que favoreció el desarrollo de empresas editoriales especializadas, aunque bajo estricto control ideológico [238]. Las postales se convirtieron en instrumentos de propaganda del nuevo Estado, promoviendo una imagen de España acorde con los valores del nacionalcatolicismo franquista [238]. Al mismo tiempo, la reconstrucción material del país tras la guerra creó nuevos temas y motivos para la producción cartófila.

García Garrabella: El Imperio Postal Aragonés

Fundación y Desarrollo Empresarial

García Garrabella (y Cía.) se estableció oficialmente como empresa independiente a finales de 1939, convirtiéndose rápidamente en una de las editoras más prolíficas del sector durante las décadas siguientes [239]. Luis García Garrabella (San Juan de la Peña, 1907 - Zaragoza, 1977) había trabajado previamente como fotógrafo para Ediciones Arribas, donde se inició en el mundo de la postal adquiriendo la experiencia técnica y comercial necesaria [239].

A finales de 1939, con su hermano José como socio, se instalaron en Zaragoza como estudio García Garrabella [239]. La empresa llegó a tener más de 40 operarios y produjo gran cantidad de postales, folletos y libros de turismo durante su período de máxima actividad [239]. A partir de los años 60 empezaron a trabajar con imágenes en color, aunque su actividad se redujo al ámbito local a partir de los años 90 [239].

La metodología de García Garrabella se caracterizaba por la cobertura territorial exhaustiva, produciendo postales de prácticamente todas las ciudades y pueblos españoles [239]. Entre las postales de Toledo de García Garrabella, el derruido Alcázar era protagonista, apareciendo tanto en fotografías propias de las ruinas como en panorámicas y vistas del interior [239]. Los hermanos García Garrabella realizaron un pormenorizado y detallista recorrido por el resto de monumentos toledanos, donde quizás pesaba más la cantidad que la calidad [239].

Especialización en Temas de Reconstrucción

García Garrabella desarrolló una especialización particular en temas de reconstrucción nacional, documentando la recuperación de monumentos y edificios dañados durante la Guerra Civil [238]. El Alcázar de Toledo, emblema de la victoria franquista, fue uno de sus temas predilectos, mostrando tanto las ruinas como el proceso de restauración que se alargó deliberadamente hasta los años setenta [238].

La empresa aprovechó el turismo emergente que comenzó a desarrollarse en los años cincuenta, produciendo series especializadas para destinos turísticos en crecimiento [238]. Sus postales incluían títulos en varios idiomas en el reverso, evidenciando la orientación hacia el mercado turístico internacional [239]. La numeración de series facilitaba el coleccionismo y la catalogación sistemática de las producciones [239].

Heliotipia Artística Española (H.A.E.): La Continuidad Editorial

Consolidación en el Período de Posguerra

Heliotipia Artística Española (H.A.E.), fundada por José Caballero Pérez alrededor de 1918, experimentó durante el período 1939-1961 su etapa de máxima expansión y consolidación [237]. La empresa había sobrevivido a la Guerra Civil y se benefició de la reorganización del sector tras el conflicto, ocupando espacios de mercado que habían quedado vacantes tras la desaparición de otros editores [237].

Las oficinas de H.A.E. se trasladaron en 1933 a Alameda número 12 en Madrid, mientras que los talleres permanecían en Príncipe de Vergara, 48 [237]. Durante este período, la empresa mantuvo una contratación masiva de fotógrafos y la compra de fotografías a otras firmas en toda España, desarrollando un archivo de miles de negativos [237].

La estrategia comercial de H.A.E. durante estos años se basaba en la producción masiva y la cobertura territorial exhaustiva, aunque no siempre con la máxima calidad técnica [237]. El logotipo (H.A.E.), la leyenda y el número de la fotografía aparecían indistintamente en el anverso y reverso, cambiando a lo largo de los años según las necesidades de producción [237].

Adaptación a las Nuevas Demandas

Durante los años cuarenta y cincuenta, H.A.E. adaptó su producción a las nuevas demandas del régimen franquista, incluyendo series especializadas en monumentos restaurados y temas de exaltación nacional [237]. La empresa desarrolló postales coloreadas y ediciones en blanco y negro, empleando tanto fotografías en color como procedimientos tradicionales [237].

La reutilización de material fotográfico era una práctica común que permitía reducir costes de producción [237]. A veces un mismo negativo se utilizaba en varias ediciones, observándose a lo largo de los años distintas postales ligeramente diferentes tomadas desde un mismo punto [237]. Esta metodología aseguraba la rentabilidad comercial pero comprometía la originalidad de las producciones [237].

Ediciones Sicilia: El Editor Aragonés Especializado

Características y Producción

Ediciones Sicilia, con sede en Zaragoza, se estableció durante este período como uno de los editores regionales más importantes, especializándose en temas aragoneses y desarrollando una amplia producción que incluía ciudades como Burgos, Teruel y otros destinos turísticos [240][241]. La empresa editaba postales con fotografías artísticas y empleaba el reverso dividido según las normativas postales vigentes [240].

Las postales de Ediciones Sicilia se caracterizaban por mostrar rincones típicos y vistas emblemáticas de las ciudades, con especial atención a plazas principales como la Plaza de José Antonio en Burgos [242]. La empresa mantenía una calidad técnica sostenida y desarrollaba series numeradas que facilitaban el coleccionismo [242].

Durante los años cincuenta, Ediciones Sicilia amplió su cobertura geográfica más allá de Aragón, incluyendo destinos de Castilla y León y otras regiones españolas [240][241]. La empresa aprovechaba las rutas turísticas emergentes para desarrollar series especializadas en monumentos y paisajes de interés [240].

Editorial Seix Barral: La Transformación de las Artes Gráficas

Recuperación tras la Guerra Civil

Editorial Seix Barral, fundada en 1911 como empresa de artes gráficas, experimentó durante el período 1939-1961 una importante transformación y recuperación tras haber sido colectivizada durante la Guerra Civil [236][237]. La empresa había sido establecida por Victoriano Seix Miralta en colaboración con los hermanos Luis y Carlos Barral Nualart [237].

Durante los años de la Guerra Civil, la empresa fue colectivizada y se limitó a publicar material autorizado por las autoridades republicanas [237]. Tras el final del conflicto, Industrias Gráficas Seix y Barral Hermanos recuperó su actividad normal, reintegrándose en la tradición editorial barcelonesa [237].

En 1955, Víctor Seix y Carlos Barral refundaron la empresa e inauguraron una de sus colecciones más conocidas: "La Biblioteca Breve" [237]. También crearon una división editorial que durante muchos años se dedicó a producir material escolar y mapas escolares, complementando su actividad en el campo de las postales [237].

Especialización en Artes Gráficas

Seix Barral mantuvo durante este período su tradición en artes gráficas, aprovechando la experiencia técnica acumulada en litografía y otros procedimientos de impresión [237]. La empresa había sido reconocida como impremta oficial de la publicidad de la Exposición Universal de Barcelona de 1929 y por diseñar carteles durante la Guerra Civil [237].

La empresa contaba con algunos de los mejores diseñadores del país, como Ricard Giralt Miracle, y mantenía su posición en primera línea técnica [237]. Durante los años cuarenta y cincuenta, desarrolló producciones especializadas que incluían material gráfico diverso, contribuyendo al desarrollo de las artes gráficas catalanas [237].

Ediciones Alarde: La Especialización Regional

Desarrollo en el Norte de España

Ediciones Alarde, con sede en Oviedo, desarrolló durante este período una importante actividad editorial especializada en temas del norte de España [243]. La empresa se caracterizaba por su enfoque regional y la producción de series especializadas en Asturias, Galicia y otras regiones del norte peninsular [243].

Las producciones de Ediciones Alarde incluían tanto temas religiosos como paisajes y monumentos regionales [243]. En 1969, la empresa editó postales de Nuestra Señora del Portal, Patrona de Ribadavia, evidenciando su especialización en temática religiosa [243]. Esta orientación respondía tanto a las demandas del mercado como a los valores promovidos por el régimen franquista [243].

Editorial Escudo de Oro: La Tradición Barcelonesa

Consolidación en Barcelona

Editorial Escudo de Oro, establecida en Barcelona en la calle Venezuela, 105 del distrito de Sant Martí, se consolidó durante este período como una de las empresas más importantes del sector en Cataluña [244]. La editorial aprovechaba la tradición gráfica barcelonesa y desarrollaba producciones especializadas tanto para el mercado local como nacional [244].

La empresa se integraba en el ecosistema editorial catalán, contribuyendo al mantenimiento de Barcelona como segundo centro editorial más importante de España después de Madrid [244]. Durante los años cincuenta, Editorial Escudo de Oro amplió su actividad para incluir material turístico y guías especializadas [244].

Editores Madrileños Especializados

Ediciones Unique y Editorial Grafos

Durante el período 1939-1961 surgieron en Madrid múltiples editores especializados que complementaron la oferta de las grandes casas nacionales [245]. Ediciones Unique desarrolló producciones especializadas que respondían a nichos específicos del mercado postal, mientras que Editorial Grafos se especializaba en reproducciones fototipia de alta calidad [245].

Editorial Grafos, aunque con sede posterior en Alemania, mantuvo actividad en España durante estos años, especializándose en obra gráfica original y desarrollando ediciones exclusivas para coleccionistas [245]. La empresa trabajaba directamente con artistas, estableciendo una colaboración productiva que se extendió durante décadas [245].

La Profesionalización del Sector

La profesionalización del sector llevó al desarrollo de nuevos modelos comerciales que incluían la venta por catálogo, el intercambio entre coleccionistas y la especialización temática [245]. Las ferias y exposiciones se convirtieron en importantes puntos de encuentro para comerciantes y coleccionistas [245].

Los editores madrileños aprovecharon las ventajas logísticas de la capital para desarrollar redes de distribución nacional, estableciendo puntos de venta en estancos, librerías y comercios especializados [245]. Esta diversificación de canales permitió una mayor penetración en el mercado [245].

Innovaciones Técnicas del Período

Procedimientos Fotomecánicos Avanzados

Durante el período 1939-1961 se consolidaron los procedimientos fotomecánicos que habían sido desarrollados en décadas anteriores, con importantes mejoras en calidad y eficiencia [237]. La fotografía sobre papel experimentó desarrollos técnicos que permitieron mejorar la calidad y reducir los costes de producción [237].

Las empresas más importantes del sector invirtieron en nuevas tecnologías que mejoraban tanto la calidad como la velocidad de producción [237]. Los procedimientos en color continuaron su desarrollo, incluyendo la cromolitografía mejorada y diversos procedimientos mixtos que combinaban diferentes técnicas de impresión [237].

Modernización de Talleres y Equipamiento

La modernización de los talleres durante este período incluyó la incorporación de maquinaria más eficiente que permitía aumentar significativamente los volúmenes de producción [246]. Las imprentas especializadas adoptaron nuevos procedimientos que combinaban tradición técnica con innovación industrial [246].

Imprenta Nueva Balear, establecida desde 1913, experimentó durante este período importantes ampliaciones del negocio que incluían litografías y tipografías [246]. La empresa se trasladó en 1927 a su ubicación definitiva y mantuvo su actividad incluso durante la Guerra Civil [246]. A finales de los años cincuenta comenzó a trabajar con el Estanco y la Lotería, evidenciando la diversificación del sector gráfico [246].

El Desarrollo del Turismo y su Impacto en la Postal

El Turismo como Política de Estado

Durante el período franquista, el turismo se convirtió en una política de Estado que utilizaba la promoción territorial para divulgar un discurso que rememoraba un pasado idealizado basado en la unidad de la patria [238]. Las ruinas y daños bélicos se convirtieron en elementos de atracción turística, especialmente el Alcázar de Toledo, que fue mantenido deliberadamente en reconstrucción hasta los años setenta [238].

El modelo turístico franquista marcó el actual sistema turístico manteniendo imágenes y tópicos que han perdurado hasta nuestros días [238]. Las postales jugaron un papel fundamental en la construcción de la imagen turística de España, promoviendo destinos y monumentos acordes con la ideología del régimen [238].

La Profesionalización del Sector Turístico

A partir de los años cincuenta, especialmente tras el Plan de Estabilización de 1959, España experimentó una apertura al exterior que favoreció el desarrollo turístico [238]. Los acuerdos con Estados Unidos y la creciente presencia de turistas extranjeros crearon nuevas demandas para la industria postal [238].

Las postales turísticas se convirtieron en elementos esenciales de promoción territorial, contribuyendo a la construcción de la imagen moderna de España [238]. Los editores especializados desarrollaron series multilingües para atender la demanda del turismo internacional emergente [239].

La Transformación Social y Cultural

Modernización y Cambio Social

Durante los años cincuenta se produjeron importantes cambios sociales que afectaron al consumo cultural y al coleccionismo de postales [247]. La mejora del nivel de vida y el desarrollo de la clase media urbana crearon nuevos mercados para la industria cartófila [247].

El boom turístico que comenzó a finales de los años cincuenta supuso una transformación radical para la industria postal [246]. Los editores pasaron de pocos clientes que generaban mucho trabajo a muchos clientes con necesidades muy diferentes [246]. Esta diversificación obligó a desarrollar nuevas estrategias comerciales y productos especializados [246].

Nuevas Temáticas y Mercados

Durante este período se consolidó la diversificación temática que incluía no solo monumentos y paisajes, sino también vida cotidiana, eventos sociales, deportes y automoción [248]. Los carteles turísticos de la época, diseñados por artistas como José Arburo Morell, reflejaban las nuevas tendencias estéticas del período [248].

La aparición del cine como fenómeno de masas también influyó en la producción de postales, con series especializadas en actores y escenas cinematográficas [249]. Los pósters y carteles de cine de los años cuarenta y cincuenta evidencian la consolidación de nuevas formas de entretenimiento que competían con el coleccionismo tradicional [249].

El Coleccionismo Durante el Período

Evolución del Movimiento Cartófilo

Durante los años cuarenta y cincuenta, el coleccionismo de postales experimentó una evolución significativa respecto a períodos anteriores [250]. Aunque había perdido parte del fervor inicial de la primera década del siglo, mantuvo una base sólida de coleccionistas especializados que se organizaban en clubes y asociaciones [250].

Las colecciones especializadas comenzaron a desarrollar criterios más selectivos, centrándose en editores específicos, temáticas particulares o regiones determinadas [250]. El Diario 16 editó posteriormente una colección completa de 102 postales de Madrid antiguo que evidencia el interés por la documentación histórica [250].

Nuevas Modalidades de Comercialización

La comercialización de postales experimentó importantes cambios durante este período, con el desarrollo de nuevas modalidades de distribución que incluían archivadores especializados y colecciones temáticas [250]. Los museos y bibliotecas comenzaron a incorporar postales como material documental [250].

La catalogación sistemática se convirtió en una necesidad tanto para comerciantes como para coleccionistas, desarrollándose sistemas de numeración y clasificación que facilitaban el intercambio y la valoración [250]. Las postales procedían de múltiples fuentes incluyendo museos municipales, bibliotecas nacionales y archivos privados [250].

Bibliografía Especializada Ampliada

Fuentes Fundamentales y Catálogos de Referencia

  • Allepuz, Julio (2019). Catálogo de las Tarjetas Postales de la Guerra Civil Española. Zona Nacional (1936-1939). Madrid: Ediciones de Correos.
  • Carrasco Marqués, Martín (1992). Catálogo de las primeras Tarjetas Postales de España impresas por Hauser y Menet 1892-1905. Madrid: Casa Postal.
  • Carrasco Marqués, Martín (2009). Las tarjetas postales ilustradas de España circuladas en el siglo XIX. Segunda edición ampliada y actualizada. Madrid: Edifil.
  • Carrasco Marqués, Martín (2013). Tarjetas postales ilustradas de Madrid, 1887-1905. Madrid: Ediciones La Librería.
  • Carrasco Marqués, Martín (2015). Catálogo de las tarjetas postales de Asturias (1892-1941). Oviedo: Grupo Filatélico Avilesino.
  • Teixidor Cadenas, Carlos (1999). La tarjeta postal en España: 1892-1915. Madrid: Espasa Calpe.

Estudios sobre el Franquismo y Turismo

  • Torres Camacho, Jesús Nicolás (2022). La turistización patrimonial del franquismo. Granada: Universidad de Granada.
  • Moreno Garrido, Ana (2007). Historia del turismo en España en el siglo XX. Madrid: Editorial Síntesis.
  • Payne, Stanley G. (2011). Spain: A Unique History. Madison: University of Wisconsin Press.
  • VV.AA. (2023). El turismo español y los tópicos heredados del franquismo. Toledo: Universidad de Castilla-La Mancha.

Estudios sobre Editores Específicos

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  • Merck Luengo, José Guillermo (1993). Postal de Murcia: catálogo de arte y documento. Murcia: Editora Regional.
  • Valcárcel, Carlos (1993). "Jardines de Santa Isabel y Floridablanca" en FERNÁNDEZ AGUILAR, A.: Las Postales del Ayer.

Historia de las Artes Gráficas

  • Bozal, Valeriano (1989). La ilustración gráfica del siglo XIX en España. Madrid: Comunicación.
  • Fontanella, Lee (1981). La historia de la fotografía en España desde sus orígenes hasta 1900. Madrid: El Viso.
  • García Felguera, María de los Santos (1991). Arte, burguesía y mercado en la España del siglo XIX. Madrid: Alianza Editorial.
  • Sánchez Vigil, Juan Miguel (2007). Del daguerrotipo a la Instamatic. Gijón: Ediciones Trea.
  • Historia Social y Cultural del Período
  • Pasalodos Salgado, Mercedes (2003). "Haute Couture, high fashion in the 50s". Madrid: Ministerio de Cultura.
  • VV.AA. (2003). Tras el espejo. Madrid: Catálogo de exposición.
  • Rabascall, Joan (2023). Spain is different. En postales. Madrid: Ediciones Complutense.
  • Estudios Regionales y Locales
  • González Galarza, Gregorio (2010). La fotografía en el País Vasco (1890-1930). San Sebastián: Museo San Telmo.
  • Vega, Carmelo (1992). La fotografía en Canarias y Madeira (1839-1900). Las Palmas: Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias.
  • Venteo, Daniel (2009). La Barcelona de Roisin: fotografies inèdites, 1897-1936. Barcelona: Viena Edicions.

Catálogos Institucionales

  • Biblioteca Nacional de España (2011). Catálogo de postales de la BNE. Madrid: BNE.
  • Museo Postal y Telegráfico (2016). Catálogo de fondos históricos. Madrid: Correos.
  • Archivo General de la Región de Murcia (2019). Catálogo de fondos postales. Murcia: AGRM.
  • Revistas Especializadas
  • Revista Cartòfila del Cercle Cartòfil de Catalunya (2009-presente). Barcelona.
  • Boletín de la Academia Iberoamericana de Historia Postal (1947-presente). Madrid.

Conclusión: El Legado de la Reconstrucción Cartófila

El período 1939-1961 representa una etapa de reconstrucción y modernización de la industria postal española que estableció las bases del sector contemporáneo [236][237]. La consolidación de editores como García Garrabella, H.A.E., Ediciones Sicilia y Editorial Seix Barral evidenció la capacidad del sector para adaptarse a las nuevas circunstancias políticas y económicas del régimen franquista [239][237][240][236].

La transformación técnica del período, particularmente en procedimientos de impresión y modernización de talleres, estableció estándares que perdurarían durante décadas [246]. Las empresas más exitosas supieron combinar tradición técnica con innovación productiva, creando productos que satisfacían tanto las demandas comerciales como las necesidades propagandísticas del régimen [237].

El desarrollo del turismo como política de Estado creó nuevas oportunidades para la industria postal, estableciendo España como destino turístico y generando demanda internacional de postales especializadas [238]. Esta transformación del país en destino turístico marcó definitivamente la evolución posterior del sector [238].

Finalmente, la diversificación geográfica y temática que caracterizó este período estableció las bases de la industria postal moderna [239]. La experiencia acumulada durante estos años de reconstrucción proporcionó los cimientos sobre los que se desarrollaría la expansión turística de los años sesenta, consolidando a España como uno de los principales productores de postales de Europa [238].

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