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15/6/25

4,0. Génesis y Desarrollo Histórico de la tarjeta postal del Siglo XIX:

Génesis y Desarrollo Histórico en el Siglo XIX: 

La tarjeta postal emerge como un medio de comunicación bidimensional que, según la definición clásica de Albert Thinlot, consta de tres elementos fundamentales: un espacio para la información del destinatario y los sellos postales, un área para el mensaje, y una sección dedicada a la imagen (Guereña, 2005). Esta estructura tripartita ha permitido a los investigadores fechar las postales con precisión sin necesidad de elementos adicionales, facilitando su clasificación y valoración tanto para coleccionistas como para historiadores (Riego Amezaga, 1997). El término "deltiólogo", acuñado en 1933 por el coleccionista Randall Rhodes, hace referencia a aquellos que estudian y coleccionan tarjetas postales ilustradas, derivando del griego logos (ciencia o estudio) y deltion (pequeñas imágenes), lo que refleja el creciente interés académico por la tarjeta postal como objeto de colección y estudio (Carrasco Marqués, 1992; Henkin, 1998). Esta perspectiva analítica permite examinar cómo la innovación postal contribuyó a la reconfiguración espacial y temporal de las relaciones sociales, estableciendo nuevas modalidades de intercambio epistolar que anticiparon las formas contemporáneas de comunicación mediada (Sánchez Vigil, 2001).

2. El Contexto Histórico de la Revolución Comunicativa Decimonónica

El siglo XIX se caracterizó por una revolución comunicativa sin precedentes en la historia de la humanidad, proceso que encontró en la innovación postal uno de sus vectores más significativos (Teixidor Cadenas, 1999). La Revolución Industrial había generado transformaciones profundas en los sistemas de transporte y las infraestructuras tecnológicas, creando las condiciones materiales necesarias para el desarrollo de redes comunicativas de alcance internacional (Staff, 1966). El perfeccionamiento del ferrocarril y la navegación a vapor comprimió las distancias geográficas, generando una demanda social creciente de sistemas comunicativos más rápidos, eficientes y accesibles económicamente (Palá Laguna, 2004).

En este contexto de modernización acelerada, los servicios postales experimentaron una transformación cualitativa que los convirtió de privilegio aristocrático en servicio público de carácter democrático (Alonso Laza, 1997). Las reformas postales iniciadas en Inglaterra bajo el liderazgo de Rowland Hill establecieron los principios fundamentales de la comunicación postal modernatarifa únicaprepago obligatorio mediante sellos adhesivos y universalización del acceso al servicio (Hill, 1847). Estas innovaciones no solo transformaron las prácticas epistolares, sino que establecieron las bases conceptuales y operativas de los sistemas comunicativos masivos que caracterizarían el siglo XX (Mayer, 1972).

La dimensión internacional de esta revolución comunicativa encuentra su expresión más acabada en la creación de la Unión Postal Universal (UPU) en 1874, bajo el liderazgo del Dr. Heinrich von Stephan (Stephan, 1874). Este organismo supranacional estableció por primera vez en la historia un marco regulatorio internacional para las comunicaciones, anticipando las formas contemporáneas de gobernanza global de los medios de comunicación (Rapisarda, 1998). La UPU no solo estandarizó tarifas y procedimientos, sino que creó un espacio comunicativo transnacional que facilitó la circulación de ideasmercancías y personas a escala planetaria (UPU, 1878).

3. La Génesis Conceptual de la Tarjeta Postal: Entre la Innovación Técnica y la Demanda Social

La invención de la tarjeta postal representa uno de los fenómenos más significativos en la historia de las comunicaciones modernas, constituyendo un punto de inflexión que marca la transición hacia formas más democráticas y accesibles de intercambio epistolar (Almarcha, 2007). La génesis conceptual de este medio comunicativo se remonta a las propuestas innovadoras del Dr. Heinrich von Stephan, quien durante el Congreso Postal Internacional de Karlsruhe en 1865 propuso la creación de "Enteros Postales" como alternativa económica a la correspondencia tradicional (Congreso de Karlsruhe, 1865). Aunque esta iniciativa inicial no prosperó debido a resistencias institucionales y culturales, estableció las bases teóricas para futuras innovaciones en el campo postal (Carreras y Candi, 1903).

La materialización práctica de estas ideas se produjo en Austria gracias a las contribuciones del economista Emanuel Herrmann, quien desarrolló y perfeccionó el concepto original de Stephan (Herrmann, 1869). En su influyente artículo publicado en el Neue Freie Presse el 26 de enero de 1869, titulado "Über eine neue Art des Korrespondenzmittels der Post" (Sobre un nuevo tipo de correspondencia postal), Herrmann articuló una propuesta sistemática que combinaba eficiencia económica con accesibilidad social (Neue Freie Presse, 1869). Su planteamiento no se limitaba a consideraciones meramente técnicas, sino que incorporaba una visión sociológica sobre las necesidades comunicativas de las clases medias emergentes y los sectores populares urbanos (Carrasco Marqués, 2009).

La implementación exitosa de la primera "Correspondenz-Karte" el 1 de octubre de 1869 por la administración postal austrohúngara demostró la viabilidad práctica del concepto y su aceptación social inmediata (Imperio Austrohúngaro, 1869). El éxito comercial fue extraordinario: en el primer mes se vendieron más de un millón y medio de tarjetas, cifra que evidenciaba la existencia de una demanda social latente para formas más directas y económicas de comunicación (Correspondenz-Karte, 1869). Este fenómeno de adopción masiva no puede explicarse únicamente por factores económicos, sino que revela transformaciones más profundas en las prácticas sociales y las expectativas comunicativas de la sociedad decimonónica (Crespo Jiménez y Villena Espinosa, 2007).

4. La Expansión Internacional y la Construcción de un Sistema Comunicativo Global

La difusión internacional de la tarjeta postal constituyó uno de los procesos de globalización comunicativa más acelerados de la historia moderna, demostrando la universalidad de las necesidades sociales que este medio satisfacía (Greenhalgh, 1988). La adopción sucesiva por parte de las principales potencias europeas siguió un patrón temporal que refleja tanto las dinámicas de innovación tecnológica como los procesos de modernización estatal característicos del período: Alemania y Gran Bretaña en 1870, Suiza, Bélgica y Canadá en 1871, Francia y Rusia en 1872, España y Estados Unidos en 1873, Italia en 1874 (Rydell, 1984). Esta secuencia cronológica no fue casual, sino que correspondió a los niveles relativos de desarrollo de los sistemas postales nacionales y las capacidades administrativas de cada Estado (Benedict, 1983).

La necesidad de estandarización internacional se hizo evidente rápidamente, ya que la circulación transfronteriza de tarjetas postales requería marcos regulatorios comunes que garantizaran la interoperabilidad de los diferentes sistemas nacionales (Mandell, 1967). Esta problemática condujo a la convocatoria del Congreso de Berna en 1874, evento fundacional que estableció la Unión Postal General (posteriormente denominada Unión Postal Universal) bajo el liderazgo intelectual del Dr. Heinrich von Stephan (Stephan, 1874). El Tratado de Berna, firmado el 9 de octubre de 1874, no solo resolvió las cuestiones técnicas relacionadas con formatostarifas y procedimientos, sino que creó el primer organismo internacional de carácter funcional en la historia moderna (Tratado de Berna, 1874).

La institucionalización de la cooperación postal internacional a través de la UPU representó una innovación político-administrativa de alcance histórico, anticipando las formas contemporáneas de gobernanza supranacional (UPU, 1878). El Congreso de París de 1878 consolidó este marco institucional al establecer las normativas definitivas que catapultarían la tarjeta postal como medio de comunicación verdaderamente globalestandarización dimensional (9 por 14 centímetros), unificación tarifaria para el tráfico internacional y, crucialmente, autorización de la producción privada (UPU, 1878). Estas medidas no solo facilitaron la circulación mundial de las tarjetas postales, sino que liberaron las fuerzas creativas del sector privado, preparando el terreno para la revolución visual que caracterizaría la fase posterior de desarrollo del medio (Benedict, 1983).

5. La Revolución Visual: De la Comunicación Textual a la Cultura de la Imagen

La transformación de la tarjeta postal desde soporte epistolar hacia vehículo de comunicación visual no fue meramente  una evolución cualitativa  técnica, sino que reflejó transformaciones profundas en las sensibilidades estéticas, las prácticas culturales y las expectativas sociales relacionadas con la comunicación mediada (Greenhalgh, 1988). Los primeros experimentos con la ilustración postal surgieron durante contextos de crisis social y movilización colectiva, particularmente durante la Guerra Franco-Prusiana (1870-1871), cuando la necesidad comunicativa superó las convenciones establecidas (Guerra Franco-Prusiana, 1870-1871).

La transformación de la tarjeta postal de simple medio de correspondencia a vehículo de comunicación visual se inició durante eventos históricos significativos. En Alemania, el 16 de julio de 1870, August Schwartz, impresor y librero de Oldenburg, envió lo que se considera la primera postal ilustrada a un pariente en Magdeburgo, conteniendo una imagen de un cañón en un campo de batalla que simbolizaba el inminente estallido de la guerra franco-prusiana (Alonso Laza, 1997). Paralelamente, en Francia, durante el asedio de Estrasburgo en 1870, Léon Besnardeau, librero en Sillé-le-Guillaume, reconoció la necesidad de suplir la falta de sobres y papeles de carta que necesitaban los más de 40,000 soldados del ejército de Bretaña acampados en la zona. Utilizando pequeños rectángulos de cartoncillo de 60 x 90 mm obtenidos de las cubiertas sobrantes de cuadernos, imprimió imágenes de tema militar acompañadas de escritos patrióticos como "Guerre de 1870 / Camp de Conlie" (Carrasco Marqués, 2009).

El pionero alemán August Schwartz envió el 16 de julio de 1870 lo que se considera la primera postal ilustrada de la historia, conteniendo la imagen de un cañón que simbolizaba el conflicto bélico inminente (Schwartz, 1870). Simultáneamente, en Francia, el librero Léon Besnardeau desarrolló cartoncillos ilustrados con motivos militares y leyendas patrióticas para satisfacer las necesidades comunicativas de los soldados acampados en Conlie (Besnardeau, 1870). Estos precedentes históricos, aunque objeto de debate académico, evidencian cómo las circunstancias excepcionales catalizaron la incorporación del elemento visual en la comunicación postal (Alonso Laza, 1997).

La comercialización sistemática de tarjetas postales ilustradas encontró su impulso decisivo en la convergencia entre la industria turística emergente y los avances tecnológicos en reproducción de imágenes (Borich, 1872). El tipógrafo alemán Franz Borich lanzó en 1872 en Suiza tarjetas con vistas fotográficas que alcanzaron un éxito comercial inmediato como souvenirs turísticos, estableciendo una asociación duradera entre la postal ilustrada y la experiencia del viaje (Borich, 1872). Paralelamente, en Gran Bretaña apareció una postal con grabados londinenses del célebre artista Gustave Doré, evidenciando la temprana vinculación del medio con la producción artística y la alta cultura (Doré, 1872).

6. Los Avances Tecnológicos y la Democratización de la Imagen

La revolución tecnológica que posibilitó la producción masiva de tarjetas postales ilustradas encontró su fundamento técnico en el perfeccionamiento de la fototipia hacia 1880, innovación que permitió reproducir fotografías con gran calidad tonal a costos reducidos (Fototipia, 1880). Esta técnica de impresión fotomecánica revolucionó la industria editorial al posibilitar la producción de hasta 30 postales por hoja mediante procesos semi-industrializados, democratizando el acceso a imágenes de alta calidad para amplios sectores sociales (Crespo Jiménez y Villena Espinosa, 2007). La versatilidad temática que proporcionaba esta tecnología liberó completamente las posibilidades representativas del medio, permitiendo que cualquier lugarevento o tema pudiera ser reproducido y distribuido masivamente (Miesler, 1890s).

El impacto social de esta democratización visual no puede ser subestimado, ya que en una época en que la fotografía personal constituía un lujo y los libros ilustrados eran económicamente inaccesibles para las clases populares, la tarjeta postal puso el mundo visual al alcance de sectores sociales que históricamente habían permanecido excluidos del consumo de imágenes (Riego Amezaga, 1997). Esta transformación generó lo que los especialistas han denominado el "gran archivo universal de imágenes", patrimonio visual que hoy constituye un recurso documental de valor incalculable para la investigación histórica y cultural (Staff, 1966).

La diversificación temática que siguió a estos avances tecnológicos dio origen a nuevas categorías de postales que reflejaron los intereses y preocupaciones de la sociedad decimonónica: las postales topográficas satisfacían la curiosidad del público por lugares lejanos, mientras que las populares series "Gruss aus..." (Saludos desde...) combinaban vistas turísticas con escenas de la vida cotidiana en artísticos collages litográficos (Series "Gruss aus...", 1890s). Esta expansión temática no solo respondió a demandas comerciales, sino que configuró nuevas formas de percepción y comprensión del mundo que anticiparon las modalidades contemporáneas de consumo visual (Woody, 1998).

7. Las Exposiciones Universales como Laboratorios de la Modernidad Comunicativa

Las Exposiciones Universales del último cuarto del siglo XIX funcionaron como auténticos laboratorios donde se experimentaron y consolidaron las innovaciones comunicativas más significativas de la época, constituyendo espacios privilegiados para la convergencia entre innovaciones técnicasestrategias comerciales y demandas sociales emergentes (Greenhalgh, 1988). Estos eventos transnacionales crearon las condiciones óptimas para que la tarjeta postal ilustrada se consolidara como fenómeno de cultura de masas, estableciendo precedentes fundamentales para la industria del entretenimiento y la comunicación visual del siglo XX (Rydell, 1984).

La Exposición Universal de París de 1889, conmemorativa del centenario de la Revolución Francesa, constituyó el escenario de la consagración definitiva de la postal ilustrada como producto cultural de alcance masivo (Exposición Universal París, 1889). La iniciativa editorial del periódico Le Figaro, en asociación con la sociedad gestora de la Torre Eiffel, de editar postales con grabados de la estructura icónica realizados por Léon Libonis, demostró el inmenso potencial comercial del formato (Le Figaro, 1889; Libonis, 1889). Con una tirada de 300.000 ejemplares vendidos en la propia torre, estas postales se convirtieron en el recuerdo por excelencia del evento, estableciendo el paradigma del souvenir postal que perduraría hasta nuestros días (Torre Eiffel, 1889).

Sin embargo, fue la Exposición Mundial Colombina de Chicago de 1893 donde se produjeron las innovaciones comerciales más revolucionarias que marcarían el desarrollo futuro de la industria postal (Exposición Mundial Colombina Chicago, 1893). El empresario Charles W. Goldsmith obtuvo el contrato exclusivo para producir las postales oficiales a color de la feria, implementando un plan comercial que incluía la venta mediante máquinas expendedoras distribuidas por todo el recinto ferial (Goldsmith, 1893; Máquinas expendedoras, 1893). Esta estrategia comercial representó una democratización radical del acceso al producto, eliminando intermediarios y estableciendo precios estandarizados que facilitaron el consumo masivo (American Lithographic Company, 1891). El éxito comercial fue extraordinario: se vendieron casi dos millones de tarjetas, generando ingresos masivos y estableciendo un nuevo paradigma de marketing y distribución que sería fundamental para el desarrollo posterior de la industria del entretenimiento (Henkin, 1998).

8. El Fenómeno del Coleccionismo y la Construcción de Redes Sociales Transnacionales

La edad de oro de la tarjeta postal, que se extiende desde la década de 1890 hasta la Primera Guerra Mundial, se caracterizó por el surgimiento de un fenómeno de coleccionismo que trascendió las fronteras nacionales y las divisiones de clase, configurando redes sociales transnacionales que anticiparon las formas contemporáneas de intercambio cultural mediado (Coleccionismo postal, 1890-1914). El coleccionismo postal no constituyó meramente una práctica de ocio, sino que generó nuevas formas de sociabilidad y intercambio cultural que contribuyeron decisivamente a la expansión global del fenómeno (Willoughby, 1999).

La Asociación Mundial Kosmopolit, fundada en Núremberg en junio de 1897, representa el ejemplo paradigmático de estas organizaciones transnacionales de coleccionistas (Asociación Mundial Kosmopolit, 1897; Núremberg, 1897). Con más de 15.000 miembros solo en Alemania en su momento de apogeo, la asociación estableció redes de intercambio que conectaban coleccionistas de todos los continentes mediante el saludo característico "Gutferngruß" y la práctica sistemática del intercambio postal (Gutferngruß, 1897). Esta organización no solo facilitó la circulación de postales, sino que creó un espacio comunicativo alternativo que operaba paralelamente a los canales oficiales de comunicación internacional (Goldenberg, 2007).

La composición sociológica del coleccionismo postal revela aspectos significativos sobre las transformaciones sociales de la época, particularmente el papel emergente de las mujeres de clase media en la configuración de nuevas prácticas culturales (Guereña, 2005). Las mujeres constituían la mayoría de los coleccionistas activos, encontrando en esta actividad no solo una forma de entretenimiento, sino también un espacio de autonomía y expresión personal en sociedades que limitaban severamente su participación en la esfera pública (Henkin, 1998). Esta dimensión de género del coleccionismo postal ha sido reconocida por la historiografía contemporánea como un elemento fundamental para comprender las dinámicas sociales de la modernidad temprana (Willoughby, 1999).

9. La Dimensión Antropológica y el Valor Documental del Patrimonio Postal

La tarjeta postal ilustrada ha demostrado poseer un valor documental y antropológico que trasciende su función comunicativa original, constituyéndose en una fuente histórica de primer orden para la comprensión de los procesos socialesculturales y económicos de la modernidad (López Hurtado, 2013). Su carácter dual como documento escrito y testimonio visual la convierte en un artefacto cultural único que permite el análisis integrado de múltiples dimensiones de la experiencia histórica: desde las transformaciones urbanas hasta las mentalidades colectivas, desde las prácticas sociales cotidianas hasta los grandes eventos políticos (Fernández Tejedo, 1994).

La metodología de análisis desarrollada por los especialistas en deltiología (término acuñado en 1933 por Randall Rhodes para designar el estudio científico de las tarjetas postales) ha establecido criterios rigurosos para la clasificacióndatación y evaluación del patrimonio postal (Rhodes, 1933). Estos métodos analíticos consideran aspectos técnicos como el tamaño, las técnicas de impresión (tipografía, litografía, fotografía), el tipo de soporte utilizado, así como elementos iconográficos y textuales que permiten la identificación cronológica y geográfica precisa (Carrasco Marqués, 1992). Esta aproximación metodológica ha facilitado la construcción de corpus documentales extensos que sirven de base para investigaciones históricas especializadas (Teixidor Cadenas, 1999).

El reconocimiento institucional del valor cultural de las postales ilustradas se ha manifestado en su incorporación a las colecciones de prestigiosas instituciones museísticas como el Museo del Prado en Madrid y el Metropolitan Museum of Art en Nueva York, que conservan miles de ejemplares considerados no solo testigos históricos, sino también obras de arte gráfico (Museo del Prado; Metropolitan Museum of Art). Esta legitimación institucional ha contribuido a consolidar el estatuto académico de los estudios postales como disciplina científica reconocida (Riego Amezaga, 1997).

10. Perspectivas Teóricas Contemporáneas y Nuevos Paradigmas Interpretativos

La historiografía postal contemporánea ha experimentado una renovación metodológica significativa mediante la incorporación de enfoques teóricos derivados de los estudios culturales, la antropología visual y la sociología de las comunicaciones (Estudios culturales; Antropología visual; Sociología de las comunicaciones). Esta perspectiva interdisciplinaria ha permitido superar las limitaciones de los enfoques tradicionales que reducían el estudio postal a una dimensión meramente técnica o administrativa, revelando en cambio su significación sociocultural y su papel en la configuración de las identidades modernas (Guereña, 2005).

Los nuevos paradigmas interpretativos enfatizan la dimensión performativa de las prácticas postales, analizando cómo el acto de escribirenviar y recibir tarjetas postales contribuyó a la construcción de identidades individuales y colectivas en el contexto de la modernidad emergente (Henkin, 1998). Esta aproximación teórica se fundamenta en la comprensión de la comunicación postal como práctica social que no solo transmite información, sino que configura relacionesconstruye significados y articula representaciones del mundo social (Sánchez Vigil, 2001).

La aplicación de metodologías digitales ha revolucionado las posibilidades analíticas del campo, permitiendo el procesamiento de corpus documentales masivos mediante técnicas de análisis visual automático y minería de datos (Metodologías digitales; Análisis visual automático; Minería de datos). Estas innovaciones metodológicas han facilitado estudios comparativos a gran escala que revelan patrones y tendencias previamente imperceptibles, contribuyendo a una comprensión más sofisticada de los procesos históricos (López Hurtado, 2013). La digitalización de colecciones históricas no solo garantiza su preservación, sino que democratiza el acceso a este patrimonio cultural, facilitando su utilización por parte de investigadores y público general (Digitalización; Preservación; Patrimonio cultural).

11. Legado Histórico y Proyecciones Futuras

El legado histórico de la revolución postal del siglo XIX trasciende ampliamente su impacto inmediato en las comunicaciones, estableciendo precedentes fundamentales para el desarrollo de los medios de comunicación masiva del siglo XX y las plataformas digitales contemporáneas (Woody, 1998). La democratización de la comunicación lograda por la tarjeta postal anticipó transformaciones fundamentales en la estructura social que encontrarían su pleno desarrollo en los procesos de modernización y urbanización característicos del siglo XX (Greenhalgh, 1988).

Los principios organizativos establecidos por la Unión Postal Universal constituyeron el modelo institucional para organismos internacionales posteriores, incluyendo las agencias especializadas de las Naciones Unidas (UPU, 1878). La experiencia de cooperación internacional en materia postal demostró la viabilidad de la gobernanza supranacional en áreas técnicas, estableciendo precedentes que serían fundamentales para el desarrollo del derecho internacional y las organizaciones multilaterales (Rapisarda, 1998).

En el contexto contemporáneo de comunicación digital, la tarjeta postal adquiere nueva relevancia como objeto de estudio para comprender los procesos de comunicación visual, la construcción de identidades culturales y la circulación de imágenes en sociedades mediáticas (Cultura contemporánea). La investigación comparativa entre las dinámicas de adopción y uso de la tarjeta postal en el siglo XIX y las redes sociales digitales contemporáneas revela continuidades y rupturas que iluminan los procesos de innovación comunicativa y cambio social (Riego Amezaga, 1997).

12. Consideraciones Metodológicas y Líneas de Investigación Futuras

Las líneas de investigación futuras en el campo de los estudios postales deben considerar el análisis comparativo entre diferentes contextos nacionales y culturales, el estudio de las redes de intercambio y coleccionismo, la digitalización y preservación de colecciones históricas, y la aplicación de nuevas tecnologías de análisis visual para el estudio masivo de corpus postales (Investigación histórica; Campo emergente). La preservación digital de las colecciones de tarjetas postales se presenta como una prioridad urgente, no solo para garantizar su conservación física, sino también para facilitar su acceso a investigadores y al público generaldemocratizando el conocimiento sobre este importante patrimonio cultural 

El desarrollo de bases de datos interoperables que permitan la consulta integrada de colecciones distribuidas geográficamente constituye un objetivo estratégico que requiere coordinación internacional y estándares técnicos compartidos (Bases de datos interoperables; Estándares técnicos). La implementación de tecnologías de inteligencia artificial para el reconocimiento automático de patrones visuales y textuales abre posibilidades inéditas para la investigación cuantitativa en gran escala 

La formación de investigadores especializados en metodologías interdisciplinarias que combinen competencias históricastécnicas digitales y conocimientos en ciencias de la información representa un desafío formativo que requiere la adaptación de los programas académicos a las nuevas realidades de la investigación histórica (Programas académicos). La colaboración entre instituciones académicasarchivosbibliotecas y museos es fundamental para garantizar la continuidad y calidad de la investigación en este campo emergente (Instituciones académicas; Archivos; Bibliotecas; Museos; Colaboración institucional).

Reflexión Final

La investigación histórica sobre la génesis y desarrollo del medio postal en el siglo XIX no constituye un ejercicio meramente académico, sino que proporciona claves interpretativas fundamentales para comprender los procesos de modernización comunicativa que caracterizan nuestro tiempo (Investigación histórica; Modernización comunicativa). La tarjeta postal ilustrada, en su aparente modestiaencarna las contradicciones y potencialidades de una época que experimentó la transición desde formas tradicionales de comunicación hacia las modalidades masivas que definirían la cultura contemporánea (Cultura contemporánea).

El presente volumen se inscribe en esta tradición académicabuscando contribuir al conocimiento científico sobre la historia de las comunicaciones mediante un enfoque riguroso que combine el análisis históricocultural y visual de este fascinante medio de comunicación que, durante más de un sigloconectó personaslugares y culturas a través de pequeñas ventanas de cartulina que capturaron y transmitieron la esencia de una época en transformación (Tradición académica; Conocimiento científico; Historia de las comunicaciones; Enfoque riguroso; Análisis histórico; Análisis cultural; Análisis visual). La tarjeta postal, en definitiva, constituye un testimonio privilegiado de la modernidad, un archivo visual de la sociedad industrial y un precursor de las formas contemporáneas de comunicación visual que continúan moldeando nuestra experiencia del mundo y nuestras relaciones sociales en la era digital (Testimonio privilegiado; Modernidad; Archivo visual; Sociedad industrial; Precursor; Formas contemporáneas; Comunicación visual; Experiencia del mundo; Relaciones sociales; Era digital).

Referencias

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