Buscar este blog

15/7/25

Contexto Histórico: Transformaciones Sociopolíticas y Tecnológicas de la Tarjeta Postal Ilustrada (1869-1914)

Marco Teórico y Transformaciones Sistémicas

El período comprendido entre 1869 y 1914 constituye una etapa de transformaciones estructurales sin precedentes en la historia occidental que estableció las condiciones históricas necesarias para el surgimiento y desarrollo de la tarjeta postal ilustrada como fenómeno de masas. Este análisis examina las dimensiones sistémicas de estos cambios, articulando tres procesos fundamentales: la revolución de las comunicaciones, las innovaciones tecnológicas y la transformación urbana que configuraron el contexto sociocultural en el cual la postal ilustrada emergió como vehículo privilegiado de la modernidad.

La formación de los Estados-nación modernos, la expansión del capitalismo industrial y la revolución en los medios de transporte y comunicación crearon las condiciones necesarias para el surgimiento de nuevas formas de comunicación visual masiva. La Unión Postal Universal, establecida en 1874 y formalizada en el Tratado de Berna, proporcionó la infraestructura internacional necesaria para la circulación masiva de postales ilustradas, constituyendo uno de los primeros ejemplos de globalización cultural moderna (Anderson, 1983).

Convergencia Tecnológica y Social en la Modernidad

La postal ilustrada representa una convergencia tecnológica excepcional que articula los avances en los sistemas de transporte, las técnicas de reproducción gráfica y las infraestructuras de comunicación. Esta convergencia no es meramente técnica, sino que implica una transformación profunda en las formas de sociabilidad y comunicación características de la modernidad (Habermas, 1962).

La expansión ferroviaria y la navegación a vapor revolucionaron los tiempos de entrega, introduciendo una nueva calidad temporal en la experiencia comunicativa. La postal ilustrada se benefició de esta aceleración logística, haciendo posible por primera vez un intercambio casi simultáneo entre puntos geográficamente distantes. Esta transformación temporal constituye un elemento fundamental en la configuración de la experiencia moderna de la comunicación, anticipando lo que posteriormente se denominará la compresión espacio-temporal de la globalización (Schivelbusch, 1986).

La Revolución de las Comunicaciones (1869-1914)

Fundamentos Estructurales del Sistema Comunicativo Moderno

La postal ilustrada emerge como una tecnología de comunicación masiva que trasciende las limitaciones temporales y espaciales tradicionales. Su capacidad para transmitir mensajes visuales y textuales de manera simultánea la convierte en un medio privilegiado para la construcción de imaginarios compartidos que superan las barreras geográficas y sociales (Anderson, 1983). Esta característica la posiciona como un vehículo fundamental en la transformación de las formas de comunicación moderna.

La democratización del acceso a la información que representa la postal ilustrada debe entenderse en el contexto más amplio de las transformaciones comunicativas del siglo XIX. La aceleración temporal y la expansión espacial de las redes de comunicación crearon las condiciones para el surgimiento de una opinión pública moderna que trasciende los límites locales y regionales tradicionales.

La Unión Postal Universal: Infraestructura Global de la Comunicación

La Unión Postal Universal (UPU), establecida en 1874 y formalizada en el Tratado de Berna, proporcionó la infraestructura internacional necesaria para la circulación masiva de postales ilustradas (Riego, 2011). Este organismo internacional, creado bajo la iniciativa del alemán Heinrich von Stephan, representó una revolución administrativa que transformó el sistema postal mundial en un territorio único para el intercambio de correspondencia.

El Primer Congreso Postal Universal, celebrado en Berna en 1874, reunió a delegados de veintidós países que aprobaron el Tratado de Berna el 9 de octubre de 1874, entrando en vigor el 1 de julio de 1875. Este acuerdo estableció oficialmente la Unión Postal General, posteriormente denominada Unión Postal Universal en 1878 (Guereña, 2005). La UPU constituyó una de las primeras organizaciones internacionales de la historia moderna, anticipando el multilateralismo del siglo XX.

La unificación de los sistemas postales nacionales e internacionales creó condiciones estructurales para la masificación de la postal ilustrada. La estandarización de tarifas, procedimientos y formatos facilitó la circulación transfronteriza de postales, eliminando las barreras burocráticas que habían limitado el intercambio epistolar internacional. Esta normalización representó un cambio cualitativo en la comunicación global, estableciendo los fundamentos de la moderna conectividad internacional.

La Expansión Ferroviaria y la Aceleración Temporal

La expansión ferroviaria durante el siglo XIX constituyó el motor tecnológico que hizo posible la revolución postal. El ferrocarril redujo significativamente los tiempos de transporte y comunicación, creando nuevas formas de conectividad social y cultural. La primera línea ferroviaria para el transporte de pasajeros, entre Liverpool y Manchester en 1830, marcó el inicio de una revolución en la movilidad que se extendería rápidamente por toda Europa (Hobsbawm, 1987).

La construcción ferroviaria en Europa siguió un patrón cíclico de expansión que evidencia la magnitud del fenómeno. Entre 1835 y 1880, la red ferroviaria europea pasó de unos pocos cientos de kilómetros a 157.000 kilómetros, con un crecimiento exponencial durante las décadas centrales del siglo (Chandler, 1977). Alemania contribuyó con 22.000 kilómetros, Rusia con 20.000 y Francia con 12.000, evidenciando la escala continental del proceso.

El ferrocarril no solo transformó los tiempos de entrega postal, sino que también generó nuevas formas de experiencia temporal. La aceleración característica de la modernidad encuentra en la postal ilustrada uno de sus vehículos más representativos, al permitir la transmisión rápida y económica de mensajes visuales y textuales. Esta nueva temporalidad contribuyó a la formación de una conciencia moderna basada en la simultaneidad y la conectividad.

La Telegrafía y la Revolución de la Información

La telegrafía eléctrica, desarrollada por Samuel Morse en 1837, representó una revolución en la transmisión de información que complementó y potencializó el sistema postal. El telégrafo permitió la comunicación instantánea a largas distancias, transformando radicalmente las formas de coordinación social, económica y política (Schivelbusch, 1986).

La expansión telegráfica fue extraordinariamente rápida: si en 1865 el total de líneas telegráficas de los miembros de la Unión Telegráfica Internacional era de 500.000 kilómetros y se enviaban unos 30 millones de mensajes, hacia 1913 había 7 millones de kilómetros de líneas y se transmitían 500 millones de telegramas. Esta masificación evidencia la importancia que adquirió la comunicación eléctrica en la sociedad moderna.

La interacción entre ferrocarril y telégrafo creó sinergias que potenciaron ambos sistemas. Los ferrocarriles utilizaron el telégrafo para la señalización y coordinación del tráfico, mientras que las líneas telegráficas siguieron frecuentemente los trazados ferroviarios. Esta convergencia tecnológica estableció las bases de los modernos sistemas de comunicación y transporte.

La Modernización del Sistema Postal Español

En España, la modernización postal siguió las pautas europeas con algunas particularidades. La implantación del sello postal en 1850 representó un avance fundamental en la estandarización del servicio postal. Los tres sellos de la primera emisión de 1850 mostraban la efigie de Isabel II y establecieron las bases del sistema postal moderno.

La creación del Cuerpo de Empleados de Correos en 1889 respondió al crecimiento exponencial del tráfico postal: ya circulaban más de 75 millones de cartas anuales, evidenciando la demanda creciente de servicios postales. La profesionalización del servicio postal fue fundamental para gestionar el volumen de correspondencia que incluía las postales ilustradas.

La llegada del ferrocarril a España transformó radicalmente el correo. La primera línea ferroviaria española, entre Barcelona y Mataró en 1848, inició un proceso de modernización que revolucionó los tiempos de entrega. Los ambulantes ferroviarios se convirtieron en el sistema nervioso del correo español, creando una red de distribución que llegaba a más de 9.000 ayuntamientos.

Innovaciones Tecnológicas y Reproducción Masiva

La Revolución Fotomecánica y sus Fundamentos Técnicos

Las transformaciones tecnológicas en la industria gráfica durante el siglo XIX representaron una revolución en las posibilidades de reproducción masiva de imágenes. La fotomecánica se refiere al conjunto de técnicas encargadas de trasladar una fotografía a un soporte o placa que se entintará y se estampará sobre papel, persiguiendo un método de reproducción industrializado, rápido, barato y en grandes cantidades.

La evolución de estas técnicas fue extraordinariamente rápida durante todo el siglo XIX, impulsada por el creciente interés del mundo de la imprenta por incluir fotografías en sus publicaciones. La fotomecánica perseguía objetivos específicos: rapidez de reproducción, capacidad de reproducir la imagen múltiples veces, abaratamiento de costes, veracidad del proceso y perdurabilidad.

La veracidad del proceso fotomecánico implicaba la desaparición de la subjetividad del artista grabador, sustituida por la objetividad de la fotografía. Esta transformación democratizó el acceso a la reproducción visual, eliminando las barreras técnicas y económicas que limitaban la circulación de imágenes. La mano humana, el artista grabador y la subjetividad salieron del plano, reemplazados por la objetividad fotográfica.

La Litografía y la Cromolitografía como Antecedentes

La litografía, inventada por Aloys Senefelder en 1796, se constituyó en una técnica fundamental para la reproducción masiva de imágenes. Este procedimiento de impresión consiste en trazar un dibujo, texto o fotografía en una piedra calcárea o plancha metálica, basándose en el principio de que "el agua y la grasa se repelen".

La litografía se hizo muy popular a principios del siglo XIX con la publicación de numerosas colecciones que ilustraban relatos de viajes, paisajes y costumbres. Su capacidad para reproducir imágenes con gran calidad y relativo bajo coste la convirtió en la técnica preferida para la producción de postales ilustradas.

La cromolitografía, desarrollada por el impresor franco-alemán Godefroy Engelmann en la década de 1830, representó un avance cualitativo en la reproducción de imágenes en color. Esta técnica permitía crear ilustraciones a color que imitaban las características de la pintura, utilizando múltiples piedras para cada color. La cromolitografía alcanzó su apogeo durante el siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, coincidiendo con el Art Nouveau y el Modernismo.

La Fototipia y la Reproducción Fotográfica Industrial

La fototipia constituyó una innovación tecnológica fundamental para la producción masiva de postales ilustradas. Esta técnica fotomecánica permitía la reproducción de fotografías con extraordinaria calidad y en grandes cantidades. En España, la empresa Hauser & Menet, establecida en Madrid en 1890, se convirtió en pionera en el desarrollo de esta técnica.

Hauser & Menet desarrolló un nuevo sistema de impresión con grandes resultados: la fototipia. A través de este procedimiento de impresión fotomecánica realizaron la reproducción masiva de tarjetas postales de diversos lugares de España, llegando a producir hasta medio millón al mes. Esta capacidad productiva evidencia la escala industrial que alcanzó la producción postal.

La fototipia permitió la democratización del acceso a la imagen fotográfica, poniendo el mundo visual al alcance de amplios sectores de la población. Esta técnica generó un "gran archivo universal de imágenes" que hoy constituye un patrimonio visual de valor incalculable para la comprensión de la sociedad del cambio de siglo.

La Industrialización de la Producción Gráfica

Las innovaciones técnicas en la industria gráfica se inscribieron en un contexto más amplio de modernización industrial que incluía la electrificación, la mecanización de la producción y la estandarización de procesos manufactureros. La segunda revolución industrial proporcionó las condiciones tecnológicas para la masificación de la producción postal.

La electrificación de los talleres gráficos aumentó significativamente la capacidad productiva y mejoró la calidad de los productos. La mecanización de los procesos de impresión permitió la producción en serie de postales con calidad uniforme y costes reducidos. La estandarización de formatos y procedimientos facilitó la distribución y comercialización a escala nacional e internacional.

La concentración de la producción postal en países como Alemania evidencia la importancia de las ventajas comparativas en términos de desarrollo tecnológico y organización industrial. En Alemania, con 50 millones de habitantes, se producían 68 millones de postales, alcanzando una ratio de 1,36 postales per cápita. Esta concentración productiva sugiere la existencia de economías de escala y especialización técnica.

Urbanización y Nuevas Formas de Sociabilidad

La Transformación del Paisaje Urbano y Demográfico

La urbanización acelerada del siglo XIX transformó radicalmente las condiciones sociales de vida, creando nuevas formas de sociabilidad urbana y demandas culturales. Las ciudades se convirtieron en centros de producción y consumo de cultura visual, generando públicos masivos para productos como la postal ilustrada.

El crecimiento urbano durante el siglo XIX fue extraordinario. Londres pasó de 1 millón de habitantes en 1800 a 6,5 millones en 1900, mientras que París creció de 550.000 a 3,3 millones en el mismo período. Este crecimiento demográfico creó mercados urbanos masivos para productos culturales como las postales ilustradas.

La industrialización reforzó el crecimiento de las ciudades portuarias y los núcleos urbanos de carácter comercial, favoreciendo además el desarrollo de algunas ciudades nuevas de tamaño medio en torno a los yacimientos de carbón y mineral de hierro. La expansión del ferrocarril no solo actuó como medio de comunicación, sino que también favoreció el trasvase de población desde el medio rural hacia los centros industriales urbanos.

La Alfabetización y la Expansión del Mercado Cultural

La expansión de la educación primaria y el incremento de las tasas de alfabetización ampliaron el mercado potencial para productos culturales escritos y visuales. En España, las tasas de alfabetización aumentaron progresivamente: un 20% de la población en 1860, 25% en 1877 y 29% en 1887, teóricamente un periódico por cada 4.436 alfabetizados.

La Ley Moyano de 1857 estableció la escolarización obligatoria para niños entre 9 y 12 años, una educación que sería gratuita para aquellos que no pudiesen pagarla. Esta ley se mantuvo en vigor más de cien años y contribuyó significativamente al proceso de alfabetización de la población española.

El proceso de alfabetización no fue homogéneo en toda Europa. Países como Suecia y Alemania alcanzaron tasas de alfabetización superiores al 80% a finales del siglo XIX, mientras que otros países mediterráneos mantuvieron tasas significativamente inferiores. Esta diversidad influyó en los patrones de consumo y circulación de postales ilustradas.

Nuevas Formas de Sociabilidad Urbana

La sociabilidad urbana del siglo XIX se caracterizó por la emergencia de nuevas formas de intercambio social que trascendían las limitaciones tradicionales de clase y geografía. Los cafés, ateneos y tertulias político-literarias se convirtieron en espacios privilegiados de formación de opinión y construcción de identidades modernas.

Los cafés han sido considerados como la forma más elemental y característica de agrupación de tipo moderno no basada ni en el rango social ni en los lazos familiares, sino en las opiniones libremente compartidas y discutidas entre los asistentes. En este sentido se les considera como los primeros centros de opinión de una sociedad parcialmente democratizada.

La "edad de oro" de los cafés se produjo entre mediados del siglo XIX y la Restauración, de forma coincidente con el afianzamiento de la hegemonía cultural burguesa. Los cafés eran los espacios de sociabilidad preferidos por la burguesía ilustrada y bohemia desde finales del Antiguo Régimen.

La Postal Ilustrada como Símbolo de Modernidad

La postal ilustrada se convirtió en un símbolo de modernidad que permitía a sus usuarios participar de las transformaciones culturales de la época. Su uso representaba una declaración del deseo de estar al día, de ser moderno, empleando uno de los signos visibles de la modernidad: la imagen impresa reproducida masivamente.

La función social de la imagen impresa masiva trascendía su utilidad comunicativa para convertirse en un marcador de identidad moderna. La postal ilustrada funcionaba como un vehículo de modernización cultural que democratizaba el acceso a las representaciones visuales y contribuía a la construcción de identidades colectivas.

Síntesis y Conclusiones del Contexto Histórico

Convergencia de los Procesos Sistémicos

El análisis del contexto histórico del período 1869-1914 revela las condiciones estructurales que hicieron posible la emergencia y desarrollo de la postal ilustrada como fenómeno de masas. La convergencia de la revolución de las comunicaciones, las innovaciones tecnológicas y la transformación urbana creó un ecosistema favorable para el surgimiento de nuevas formas de comunicación visual.

La Unión Postal Universal estableció la infraestructura institucional necesaria para la circulación global de postales, mientras que la expansión ferroviaria proporcionó los medios técnicos para la distribución rápida y eficiente. Las innovaciones en fotomecánica, litografía y fototipia hicieron posible la reproducción masiva de imágenes con calidad y costes accesibles.

La urbanización y la alfabetización generaron los mercados y públicos necesarios para el consumo masivo de postales ilustradas. Las nuevas formas de sociabilidad urbana crearon espacios de intercambio e identidades modernas que encontraron en la postal un vehículo privilegiado de expresión y comunicación.

La Postal Ilustrada como Producto de la Modernidad

La postal ilustrada emerge así como un producto específico de las transformaciones sistémicas de la modernidad, síntesis de innovaciones tecnológicas, cambios sociales y nuevas formas de comunicación que caracterizaron el período 1869-1914. Su análisis permite comprender los procesos fundamentales que configuraron la sociedad moderna y establecieron las bases de la cultura visual contemporánea.

La democratización de la imagen que representó la postal ilustrada constituyó un proceso fundamental en la configuración de la cultura visual moderna. Su impacto trascendió el ámbito puramente comunicativo para incidir en la formación de imaginarios colectivos y la construcción de identidades sociales.

Fundamentos de la Cultura Visual Contemporánea

La investigación histórica sobre la postal ilustrada confirma la importancia de estudiar los medios de comunicación masiva como fuentes privilegiadas para la comprensión de las transformaciones socioculturales. Su análisis permite acceder a dimensiones de la experiencia histórica que permanecen invisibles en las fuentes tradicionales, contribuyendo a una historia más inclusiva y democrática.

La postal ilustrada, en su aparente modestia material, encierra una extraordinaria riqueza como testimonio histórico y como objeto cultural, representando uno de los fenómenos más significativos en la genealogía de la comunicación visual contemporánea. Su estudio revela la complejidad de los procesos de modernización y la importancia de los medios de comunicación en la configuración de la sociedad moderna.

El legado de la postal ilustrada en la cultura contemporánea se manifiesta en la continuidad de sus funciones comunicacionales y representacionales, adaptadas a nuevos contextos tecnológicos y sociales. Su papel en la construcción de imaginarios colectivos y la democratización de la imagen anticipó desarrollos posteriores de los medios de comunicación visual que caracterizan nuestra época digital.

Referencias Bibliográficas

  • Anderson, B. (1983). Imagined Communities: Reflections on the Origin and Spread of Nationalism. Verso.
  • Chandler, A. D. (1977). The Visible Hand: The Managerial Revolution in American Business. Harvard University Press.
  • Guereña, J.-L. (2005). Imagen y memoria. La tarjeta postal a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Berceo, 149, 35-58.
  • Habermas, J. (1962). The Structural Transformation of the Public Sphere: An Inquiry into a Category of Bourgeois Society. MIT Press.
  • Hobsbawm, E. J. (1987). The Age of Empire: 1875-1914. Pantheon Books.
  • Riego Amézaga, B. (2011). Una revisión del valor cultural de la tarjeta postal ilustrada en el tiempo de las redes sociales. Fotocine. Revista Científica de Cine y Fotografía, 2, 3-18.
  • Schivelbusch, W. (1986). The Railway Journey: The Industrialization of Time and Space in the Nineteenth Century. University of California Press.
  • Urry, J. (1990). The Tourist Gaze: Leisure and Travel in Contemporary Societies. Sage Publications.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.