ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y
DESARROLLO TECNOLÓGICO DE LA TARJETA POSTAL ILUSTRADA: UNA ARQUEOLOGÍA DE LA
COMUNICACIÓN VISUAL MODERNA (1870-1939)
La tarjeta postal ilustrada constituye uno de los fenómenos comunicativos más significativos de la modernidad industrial, representando la culminación de una convergencia tecnológica sin precedentes entre los avances en reproducción gráfica, fotografía, sistemas postales y democratización de la imagen. Este estudio analiza los antecedentes históricos complejos que hicieron posible la emergencia de este medio de comunicación masiva, examinando tanto el contexto europeo como la realidad específica española.
1. Marco Teórico: Hacia una
Arqueología de la Comunicación Visual
La aparición de la tarjeta
postal ilustrada en las últimas décadas del siglo XIX no puede comprenderse
como un fenómeno aislado, sino como la culminación de una revolución
tecnológica y cultural que transformó radicalmente las posibilidades de la
comunicación visual en la sociedad moderna. Como señala Benjamin (1936),
los medios de comunicación operan como sistemas técnicos complejos que
preconfiguran las posibilidades del discurso cultural, estableciendo los
límites epistemológicos dentro de los cuales se desarrolla la producción
simbólica. En este sentido, la tarjeta postal no constituye meramente un
soporte comunicativo, sino un artefacto tecnológico que condensa las
tensiones y transformaciones fundamentales de la modernidad comunicativa.
La metodología historiográfica
introducida por Beaumont Newhall (1937), que privilegia el análisis de
las imágenes y sus contextos sociales por encima de los aspectos puramente
técnicos, resulta fundamental para comprender la complejidad morfológica
inherente a la postal como objeto cultural. Esta aproximación
interdisciplinaria permite examinar cómo la convergencia entre innovación
tecnológica y demanda social generó las condiciones históricas específicas que
hicieron posible la masificación de la imagen. La postal representa la síntesis
de múltiples innovaciones convergentes: los avances en reproducción mecánica de
imágenes, la democratización de la fotografía, la modernización de los sistemas
postales y la emergencia de una cultura visual de masas característica
de la modernidad industrial.
2. Antecedentes
Tecnológicos: De la Xilografía a la Reproducción Industrial
La invención de la imprenta
por Johannes Gutenberg hacia 1440 estableció los fundamentos epistemológicos y
materiales de la reproductibilidad técnica que posteriormente
caracterizaría la modernidad comunicativa. La síntesis tecnológica lograda por
Gutenberg combinó de manera innovadora tipos móviles metálicos, tinta oleosa
especializada, prensa adaptada y papel de alta calidad, generando un sistema de
producción caracterizado por tres propiedades revolucionarias: fijación
textual, diseminación masiva y reorganización sistemática del
conocimiento. Sin embargo, la reproducción de imágenes planteó desafíos
técnicos específicos que no encontraron solución satisfactoria hasta el
desarrollo de los procesos fotomecánicos durante el siglo XIX.
El desarrollo de la cromolitografía
por Godefroy Engelmann, patentada el 15 de enero de 1837, constituyó un
hito fundamental en la democratización del acceso al color impreso. Esta innovación
técnica permitió que familias de clase media accedieran a reproducciones
artísticas policromas previamente reservadas a las élites económicas,
transformando fundamentalmente la cultura visual de las sociedades
industrializadas. El proceso cromolitográfico se basaba en una máquina
innovadora que permitía imprimir un número teóricamente ilimitado de colores
con precisión matemática, utilizando un sistema sofisticado de puntos de
referencia que garantizaba el registro exacto de las diferentes tintas aplicadas
secuencialmente sobre el mismo sustrato.
La fototipia,
desarrollada inicialmente por Louis Alphonse Poitevin en 1856 y
perfeccionada por Joseph Albert, representó una síntesis revolucionaria
entre la técnica fotográfica y los procedimientos de impresión mecánica. Este
método fotomecánico utilizaba una matriz constituida por una placa de vidrio
recubierta con emulsión fotosensible de gelatina bicromatada que permitía la
transferencia directa de imágenes fotográficas a soportes impresos. El proceso
técnico conseguía gradaciones tonales extraordinariamente suaves y
fieles al original fotográfico, aunque presentaba limitaciones significativas,
permitiendo únicamente tiradas de aproximadamente 500 copias antes de que se
deteriorara la gelatina. El desarrollo del halftone por Frederic
Eugene Ives en 1881 resolvió definitivamente el problema técnico de la
reproducción de fotografías en prensa mediante la creación de un sistema
ingenioso de puntos de diferente tamaño que simulaban gradaciones tonales
continuas.
3. La Revolución
Fotográfica del Siglo XIX: Fundamentos Científicos y Democratización
Los antecedentes científicos
de la fotografía constituyen un proceso de desarrollo que se extiende desde la
tradición alquímica medieval hasta el siglo XIX, fundamentado en el
conocimiento progresivo de las sustancias fotosensibles y los principios
ópticos de la cámara oscura. Alberto Magno (1206-1280), fraile dominico
y destacado químico medieval, fue pionero en el estudio de los metales y las
sales de plata, describiendo la separación de oro y plata mediante ácido
nítrico y observando que la solución resultante de nitrato de plata podía
oscurecer la piel. La controversia científica sobre las circunstancias de la
reacción química de las sales de plata se resolvió en 1694 cuando Wilhelm
Homberg demostró frente a la Académie Royale des Sciences en París
el ennegrecimiento mediante exposición solar.
Joseph Nicéphore Niépce consiguió en 1823 fijar una imagen obtenida mediante
cámara oscura, introduciendo una plancha metálica recubierta de betún de
Judea, sustancia fotosensible que se revelaba con aceite de espliego y
trementina tras exposiciones superiores a ocho horas. La célebre "Vista
desde la ventana en Le Gras" (1826) demostró la viabilidad técnica de
capturar y fijar permanentemente la información lumínica sobre un soporte
físico. Louis-Jacques-Mandé Daguerre, partiendo de los experimentos de
Niépce, desarrolló un procedimiento que utilizaba láminas de cobre altamente
pulidas y plateadas, sensibilizadas con vapores de yodo, reduciendo los tiempos
de exposición a 15-30 minutos y revelando con vapores calientes de mercurio.
William Henry Fox Talbot desarrolló paralelamente el calotipo, sistema
que introdujo el principio negativo-positivo fundamental para toda la
fotografía posterior. Su gran innovación fue la obtención de un negativo sobre
papel sensibilizado con sales de plata, a partir del cual se podían obtener
múltiples copias positivas mediante contacto. Los trabajos de Richard Leach
Maddox y Charles E. Bennett resolvieron las limitaciones del
colodión húmedo con la invención en 1871 del gelatino-bromuro, técnica
que utilizaba gelatina como sustrato seco y una emulsión basada en bromuro de
cadmio y nitrato de plata. George Eastman fabricó en 1884 la primera
película en carrete de 24 exposiciones, y en 1888 lanzó la cámara Kodak
con el eslogan "Usted solo apriete el botón, que nosotros hacemos el
resto", democratizando definitivamente la práctica fotográfica.
4. Los Géneros Fotográficos
y la Construcción de Imaginarios Visuales
La fotografía de viajes emerge
como una manifestación paradigmática de la modernidad visual, impulsada por un
anhelo romántico de explorar espacios geográficos remotos y por la capacidad
inédita de la nueva tecnología para capturar el mundo con veracidad
documental sin precedentes. Este género no solo respondía a una curiosidad
estética, sino que también se alineaba con los intereses coloniales y
científicos de la época, sirviendo como herramienta para cartografiar y
clasificar el mundo en un contexto de expansión imperialista. El trabajo de Charles
Clifford (1820-1863) contribuyó decisivamente a construir una identidad
visual de España para el público europeo, proyectando una imagen del país como
lugar exótico y pintoresco a través de su célebre álbum "Recuerdos de
España" (1857).
El retrato fotográfico,
especialmente a través de la carte de visite, representó un avance
significativo en la democratización de la imagen personal durante el siglo XIX.
Inventada por André-Adolphe-Eugène Disdéri en 1854, esta técnica
permitió la producción en serie de retratos a bajo costo, transformando la
fotografía en un objeto de consumo masivo y un medio de sociabilidad. Este
formato innovador facilitó nuevas prácticas sociales: las cartes se
intercambiaban entre familiares y amigos y se coleccionaban en álbumes que se
convertían en archivos de la memoria familiar y de las redes de
sociabilidad.
La fotografía estereoscópica
introdujo una dimensión innovadora al ofrecer una experiencia tridimensional
e inmersiva, basada en el principio de la visión binocular. Esta técnica
alcanzó popularidad inmensa después de que la reina Victoria se interesara por
ella en la Gran Exposición de Londres de 1851, transformando la manera de
consumir imágenes de lugares lejanos. El tema predilecto de la estereoscopía
fue el viaje, ya que permitía a los espectadores "visitar" lugares
exóticos desde la comodidad de sus hogares, reforzando la noción de la
fotografía como una "ventana al mundo".
5. Sistemas de Comunicación
Postal: Institucionalización y Modernización
Las primeras manifestaciones
documentadas de servicios de mensajería organizados se remontan al antiguo
Egipto hacia el 2400 a.C., cuando los faraones implementaron sistemas de
mensajeros para la difusión de decretos reales. El Imperio Persa desarrolló el
sistema de postas "Chaparkhaneh", mientras que el Imperio
Romano revolucionó la organización postal mediante la implementación del Cursus
Publicus, una red integrada de estaciones de relevo y vías de comunicación
que aseguraba la eficiencia y regularidad en la transmisión de mensajes
oficiales.
La reforma postal británica
de Rowland Hill constituyó el hito fundamental en la modernización de
los sistemas postales mundiales, estableciendo el principio del franqueo
prepagado como base de la comunicación democrática. La propuesta
revolucionaria se basaba en el concepto de Uniform Penny Post, cuya
solución de prepago facilitaba la transferencia segura, rápida y económica de
cartas mediante un sistema que eliminaba las barreras económicas tradicionales.
El primer sello postal de la historia, el Penny Black, fue
emitido por el Reino Unido el 1 de mayo de 1840, representando una innovación
técnica y simbólica que democratizó el acceso a la comunicación escrita.
La fundación en 1874 de la Unión
Postal Universal representó un hito fundamental en la internacionalización
de los sistemas de comunicación postal. El 9 de octubre de 1874, 22 países se
reunieron para firmar el Tratado de Berna, creando la Unión Postal General,
estableciendo por primera vez un marco regulatorio internacional para las
comunicaciones postales que trascendía las fronteras nacionales. Esta estandarización
internacional creó las condiciones técnicas y normativas necesarias para el
posterior desarrollo de la tarjeta postal como medio transnacional.
6. La Construcción de la
Modernidad Comunicativa
La reflexión teórica de Walter
Benjamin sobre la reproductibilidad técnica del arte proporciona un
marco conceptual fundamental para comprender la significación histórica de la tarjeta
postal como fenómeno cultural. Benjamin identifica el aura con la
singularidad, la experiencia de lo irrepetible, señalando que la reproducción
técnica destruye dicha originalidad al hacer posible múltiples reproducciones
que eliminan la unicidad del objeto. La tarjeta postal representa
paradigmáticamente este proceso de pérdida del aura y democratización
del acceso a la imagen. Benjamin distinguía entre valor cultual y valor
exhibitivo: en la nueva época, el primero tendía a retirarse mientras el segundo
se expandía.
Durante el siglo XIX y el
primer tercio del XX, las revistas ilustradas funcionaron como
"espejo del mundo", constituyendo el universo formativo e informativo
que mostró los acontecimientos contemporáneos a las masas urbanas. La revista inglesa
The Illustrated London News, fundada en 1842 por Herbert Ingram,
se convirtió en la pionera mundial de la ilustración gráfica periodística,
alcanzando tiradas de hasta 300,000 ejemplares en ocasiones especiales. En
España, La Ilustración Española y Americana, fundada por Abelardo de
Carlos y Almansa, apareció el 25 de diciembre de 1869 y se convirtió en el
máximo exponente del periodismo gráfico español del siglo XIX.
La convergencia histórica
entre periódicos, revistas ilustradas y tarjetas postales como productos
mediáticos complementarios se explica por la lógica económica de las tiradas
largas y el precio unitario decreciente, fenómeno que solo se hizo posible
cuando la innovación tecnológica resolvió tres cuellos de botella
fundamentales: la velocidad de la prensa, el suministro continuo de papel y la
automatización de la composición. La simultaneidad temporal creada por
la lectura de periódicos nacionales permitió a poblaciones dispersas
experimentar un sentido compartido de contemporaneidad política, como demostró Anderson
(1991). La tarjeta postal, aprovechando los avances en litografía y
fototipia, democratizó la circulación de imágenes exóticas y patrimoniales.
7. Emergencia de la Tarjeta
Postal: Síntesis y Democratización
La invención de la tarjeta
postal se atribuye tradicionalmente al profesor austriaco Emanuel
Hermann (1839-1902), quien en 1869 propuso al gobierno austro-húngaro un
método más económico para enviar mensajes cortos que no justificaran el coste
de una carta completa. Hermann, profesor de economía política, publicó en enero
de 1869 en el periódico austriaco Neue Freie Presse un artículo titulado
"Acerca de un nuevo medio de correspondencia postal". El 1 de octubre
de 1869, la administración de Correos de Austria-Hungría puso en circulación la
primera tarjeta postal del mundo, aparentemente con gran éxito popular.
En el primer mes se vendieron un millón y medio de tarjetas postales,
evidenciando la demanda social de este nuevo medio de comunicación.
La difusión europea de la tarjeta
postal fue extraordinariamente rápida. Llegó a Francia en 1870, en plena guerra
franco-prusiana, siendo inicialmente adoptada por el ejército para simplificar
la correspondencia militar. En España, durante el reinado de Amadeo de
Saboya en 1871, una orden real permitió la creación de tarjetas postales,
aunque no fue hasta diciembre de 1873 cuando empezaron a imprimirse y circular
las primeras postales españolas. Con la mejora de los métodos de impresión en
la última década del siglo XIX, triunfaron las verdaderas tarjetas postales
ilustradas, impresas y editadas por la industria privada. En 1889, durante
la Exposición Universal de París, aparecieron las primeras postales
ilustradas mostrando imágenes de monumentos famosos, paisajes pintorescos y
escenas de la vida cotidiana.
8. El Caso Español: Hauser
y Menet como Paradigma de la Industrialización
La empresa Hauser y Menet,
establecida en Madrid en 1890 por los fotógrafos suizos Oscar Hauser Muller
(†h. 1919) y Adolfo Menet Kurstiner (1866-1927), constituye el ejemplo
paradigmático de la aplicación industrial de la fototipia en España. Esta
empresa, considerada la primera imprenta española especializada en fototipia
de alta calidad, llegó a producir hasta 500,000 tarjetas postales
mensuales en 1902, estableciendo un nuevo estándar de calidad y volumen de
producción. La Serie General, iniciada en 1897 como proyecto editorial
sistemático, llegó a editar más de 2,300 vistas fotográficas de
diferentes regiones españolas con calidad técnica excepcional.
España Ilustrada fue el título de una colección de láminas en
fototipia editada por la casa Hauser & Menet entre 1890 y 1899. Con
vistas de monumentos, ciudades y reproducciones de obras de arte, constituyó un
nuevo repertorio visual del país para el gran público, respecto al establecido
durante el siglo XIX por dibujantes y fotógrafos. El repertorio combina vistas
de los más notables monumentos españoles, como la Alhambra, el Escorial,
la Mezquita de Córdoba, la Catedral de Sevilla, la Universidad
de Salamanca, con vistas de edificios representativos de la arquitectura
civil y religiosa española. Las imágenes de las 488 láminas numeradas
recogen vistas de 28 provincias del territorio español.
La estrategia empresarial de
Hauser y Menet combinó innovación técnica con visión comercial,
estableciendo redes de distribución que cubrían todo el territorio nacional y
sistemas de catalogación que facilitaban el coleccionismo y el intercambio de
postales. La empresa publicó catálogos que incluían descripciones detalladas de
sus productos, sistemas de numeración coherentes y estrategias promocionales
que anticiparon muchas técnicas de marketing características de la industria
cultural moderna.
9. Contexto Internacional y
Transferencia Tecnológica
El desarrollo de la industria
postal ilustrada en España se caracterizó por una intensa transferencia
tecnológica desde países europeos más avanzados, especialmente Francia,
Alemania y Suiza, que habían pionerizado las técnicas de reproducción gráfica y
los modelos empresariales del sector. La presencia de empresarios extranjeros
como Oscar Hauser y Adolfo Menet, ambos de origen suizo, ilustra el patrón
típico de modernización tecnológica que caracterizó la industrialización tardía
de países como España.
Gracias a un proceso técnico complejo
para colorear artificialmente los negativos fotográficos en blanco y negro,
surgieron las tarjetas postales fotocromáticas, que se convirtieron en
objetos de consumo masivo muy apreciados desde inicios del siglo XX. El
fotógrafo e impresor suizo Hans Jakob Schmid (1856-1924) perfeccionó
esta técnica y la convirtió en el sello distintivo de la firma Photochrom.
La mayor parte de las tarjetas coloreadas de la Belle Époque
representaban monumentos arquitectónicos, paisajes naturales o sitios
turísticos emblemáticos, con Suiza predominando en la representación de
paisajes nevados y deportes invernales que establecieron estereotipos visuales
duraderos.
10. Impacto Social y
Cultural de la Tarjeta Postal
La tarjeta postal ilustrada
representó una revolución silenciosa en la democratización del acceso a
la imagen, transformando un privilegio tradicionalmente reservado a las élites
económicas en un bien de consumo masivo accesible a amplios sectores sociales.
Esta democratización se basó en la convergencia entre innovaciones técnicas que
redujeron los costos de producción, mejoras organizativas que optimizaron la
distribución y transformaciones sociales que ampliaron el mercado potencial de
consumidores. La postal introdujo nuevas prácticas sociales de intercambio y
coleccionismo que transcendieron las barreras de clase, educación y
geografía. El "cartofilia" o coleccionismo de postales se
convirtió en una actividad cultural que conectó a personas de diferentes países
y estratos sociales.
La postal ilustrada transformó
fundamentalmente las prácticas comunicativas tradicionales al combinar
comunicación textual y visual en un formato accesible y socialmente aceptado.
Esta innovación comunicativa permitió la transmisión simultánea de información
factual, contenido estético y dimensiones afectivas que no podían ser
vehiculadas eficazmente a través de medios puramente textuales. El carácter
público de la correspondencia postal generó nuevas formas de
autorregulación social y nuevos códigos de comunicación íntima. Los usuarios
desarrollaron estrategias comunicativas sofisticadas que permitían la
transmisión de mensajes personales a través de códigos visuales, referencias
implícitas y sobreentendidos culturales.
Las tarjetas postales se
convirtieron en poderosos instrumentos de construcción de imaginarios
colectivos, contribuyendo a la formación de identidades nacionales,
regionales y locales a través de la selección y difusión de imágenes
representativas. Los editores de postales funcionaron como "curadores
involuntarios" de la memoria visual colectiva, decidiendo qué
aspectos de la realidad merecían ser representados y conservados. Esta función
patrimonializadora influyó posteriormente en las políticas culturales y las
estrategias de desarrollo turístico, estableciendo modelos de representación
visual que persisten hasta la actualidad.
11. La Postal como
Documento Efímero y Testimonio Histórico
La tarjeta postal presenta una
paradoja fundamental que caracteriza su naturaleza cultural: nacida como objeto
efímero con la única vocación de ser un souvenir turístico para
comunicarse, sufrió la contradicción de quererle atribuir también funciones
ajenas propias de objetos perdurables, como ser coleccionadas y servir como
testigo documental de una época. Según los estudios contemporáneos sobre ephemera,
las postales comparten elementos fundamentales con los documentos efímeros:
heterogeneidad en todos los sentidos, materiales de baja calidad, triple
carácter efímero (contenido, utilidad y material), versatilidad en sus usos,
doble ámbito de circulación (masivo y personal), capacidad de formación de
imaginarios colectivos.
A pesar de su condición
efímera original, las tarjetas postales se han convertido en una fuente
primaria de información de valor incalculable para múltiples disciplinas de
estudio como testimonios del contexto en que fueron creadas. Su valor
documental trasciende los aspectos puramente visuales para incluir dimensiones
sociales, económicas, culturales y tecnológicas que permiten reconstruir
aspectos fundamentales de la vida cotidiana de épocas pasadas. Las postales
franqueadas proporcionan un valor añadido extraordinario al acercarnos a las relaciones
personales de la época de manera única. Los mensajes escritos, aunque
frecuentemente fragmentarios e ilegibles, ofrecen testimonios directos de
formas de sociabilidad, expresiones afectivas, preocupaciones cotidianas y
códigos comunicativos.
La sistematización de
colecciones de postales ha permitido estudios comparativos sobre transformaciones
urbanas, evolución del patrimonio arquitectónico, cambios en los usos del
espacio público, modificaciones de paisajes naturales y desarrollo de
infraestructuras. Estos estudios han demostrado que las postales constituyen un
archivo visual invaluable para la historia urbana, la historia del
turismo, la historia de la fotografía y la historia de las mentalidades.
12. Metodologías
Contemporáneas de Estudio
El análisis sistemático de
corpus postales contemporáneos se fundamenta en una metodología de
codificación multimodal que combina enfoques de lingüística de corpus,
análisis iconográfico tradicional y técnicas de etnografía visual
contemporánea. Esta aproximación metodológica híbrida resulta indispensable
para dar cuenta de la complejidad semiótica de un medio que combinaba elementos
textuales, visuales, materiales y relacionales de manera sistemática. Roland
Barthes desarrolló el análisis semiótico de la imagen fotográfica,
estableciendo la doble condición denotativa y connotativa de la
fotografía. La condición denotativa implica que la fotografía es un analogon
perfecto de lo real, mientras que la condición connotativa supone un segundo
sentido, codificado y como añadido a lo real literal.
Los estudios digitales
aplicados al patrimonio postal han revolucionado las posibilidades de análisis
masivo y acceso democratizado a las colecciones. Las técnicas de digitalización
permiten la preservación de materiales frágiles mientras facilitan nuevas
formas de investigación que combinan procesamiento computacional masivo
con interpretación cultural sofisticada. La aplicación de análisis de redes
a las anotaciones manuscritas ha revelado circuitos de comunicación específicos
que evidencian la inserción de la postal ilustrada en prácticas sociales
concretas que trascendían ampliamente su función decorativa o coleccionista.
El tratamiento archivístico
de las tarjetas postales como documentos requiere metodologías específicas que
reconozcan su valor como testimonios materiales de hechos o actos culturales.
La descripción documental debe considerar tanto los aspectos materiales
(soporte, técnica de impresión, estado de conservación) como los contenidos
informativos (iconografía, textos, anotaciones manuscritas).
13. Conclusiones: La
Tarjeta Postal como Síntesis de la Modernidad Tecnológica
El análisis exhaustivo de los
antecedentes y transformaciones que hicieron posible la aparición de la tarjeta
postal ilustrada durante el siglo XIX revela que este objeto aparentemente
simple constituye en realidad la culminación de una revolución tecnológica y
cultural de proporciones extraordinarias que transformó fundamentalmente
las bases materiales, sociales y culturales de la civilización occidental. La
revolución de las técnicas de reproducción gráfica durante el siglo XIX,
desde la xilografía perfeccionada hasta la cromolitografía y los procesos
fotomecánicos, estableció las condiciones técnicas necesarias para la
producción masiva de materiales visuales de alta calidad a costos accesibles.
La síntesis entre innovación fotográfica y técnicas de impresión, materializada
especialmente en la fototipia, resolvió definitivamente el problema
técnico de la reproducción masiva de imágenes fotográficas.
La emergencia de nuevas formas
de sociabilidad urbana, facilitadas por las mejoras en el transporte, la
expansión de la educación y el crecimiento de las clases medias, creó las
condiciones sociales necesarias para el consumo masivo de productos culturales
como la tarjeta postal. La postal introdujo nuevas prácticas sociales de
intercambio, coleccionismo y comunicación visual que transcendieron las
barreras tradicionales de clase, educación y geografía. Las tarjetas postales
se convirtieron en poderosos instrumentos de construcción de imaginarios
colectivos, contribuyendo a la formación de identidades nacionales,
regionales y locales a través de la selección y difusión de imágenes
representativas.
La tarjeta postal ilustrada
constituye un objeto paradigmático para el estudio de la modernidad
comunicativa, condensando en sus dimensiones reducidas las transformaciones
fundamentales que redefinieron las relaciones entre tecnología, cultura y
sociedad durante el período de mayor aceleración histórica de la civilización
occidental. Su legado perdura en los sistemas contemporáneos de comunicación
visual, evidenciando la persistencia de estructuras profundas de percepción y
representación establecidas durante este período formativo de la cultura de
masas moderna. El estudio de la postal proporciona claves fundamentales
para comprender los procesos de democratización cultural, globalización
comunicativa y construcción de identidades que caracterizan la era digital
contemporánea.
Referencias Bibliográficas
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