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22/5/25

La Ciudadela de Barcelona

De Fortaleza Militar a Espacio Cultural y Memoria Histórica

La Ciudadela de Barcelona representa uno de los casos más significativos de transformación urbana y resignificación espacial en la historia de la ciudad condal. Este análisis examina la evolución de este espacio desde su construcción como fortaleza militar en el siglo XVIII hasta su conversión en parque público y centro cultural, revelando las complejas dinámicas entre poder, memoria colectiva y transformación urbana que caracterizan la historia moderna de Barcelona.

Construcción y Propósito Militar Original

El Contexto Histórico de la Guerra de Sucesión

La construcción de la Ciudadela se inscribe directamente en las consecuencias de la Guerra de Sucesión Española y la caída de Barcelona en manos borbónicas el 11 de septiembre de 1714. Tras esta derrota, Felipe V implementó una estrategia de control territorial que incluía la fortificación de puntos estratégicos para mantener el dominio sobre la levantisca ciudad catalana. El proyecto nació de una doble necesidad militar: mejorar la defensa de la ciudad y reforzar el control militar de la misma con la intención explícita de "dominar al pueblo de Barcelona".

La idea de construir una ciudadela en Barcelona no era nueva, ya que anteriormente ingenieros militares habían propuesto proyectos similares, pero la falta de medios económicos había impedido su ejecución. El contexto post-bélico proporcionó tanto la justificación política como los recursos necesarios para materializar este ambicioso proyecto fortificatorio.

El Diseño y la Construcción

El ingeniero militar de origen flamenco Jorge Próspero de Verboom fue el encargado de diseñar una ciudadela pentagonal de grandes dimensiones, equiparable a las grandes fortalezas europeas como las de Turín, Amberes o Parma. Las obras comenzaron el 1 de marzo de 1716 con la colocación de la primera piedra en el baluarte del Rey, el que miraba hacia la ciudad, simbolizando así la función de control y vigilancia sobre los barceloneses.

La construcción se completó en 1725, dando como resultado una impresionante fortificación con dimensiones de 321,5 metros de distancia entre las puntas de los baluartes contiguos y 547 metros de diámetro desde el centro hasta cada uno de los cinco baluartes. Los baluartes enfrentados a la ciudad tenían 16,3 metros de altura desde la base del foso, mientras que los tres restantes medían 11,2 metros. La superficie total de la ciudadela borbónica era de aproximadamente 28,6 hectáreas, convirtiéndola en una de las grandes fortificaciones europeas de su época.

El Impacto Urbanístico y Social

Para la construcción de la Ciudadela y el establecimiento de la explanada de seguridad requerida, fue necesario modificar ostensiblemente el urbanismo de la ciudad. Este proceso implicó la demolición total o parcial de 1016 viviendas distribuidas en 38 calles del barrio de la Ribera, así como el derribo de importantes edificios religiosos y civiles, incluyendo los conventos de San Agustín, Santa Clara y Nuestra Señora de la Piedad, la iglesia de Santa Marta y el hospicio de Montserrat.

En total se desalojó a unas 4500 personas, que no recibieron indemnización alguna y fueron abandonadas a su suerte. Esta demolición masiva no solo cumplía una función militar, sino que también constituía una demostración de poder del gobierno central, privando a los barceloneses de recursos básicos y tomando su espacio vital. Algunas de estas personas fueron recolocadas tres décadas más tarde en el nuevo barrio de La Barceloneta, construido en terrenos ganados al mar.

La Ciudadela como Símbolo de Represión

Identidad y Memoria Colectiva

La Ciudadela se convirtió rápidamente en un símbolo de la opresión centralista en la memoria colectiva barcelonesa. Para su construcción no solo se destruyó parte de la Ribera, sino que también se eliminaron espacios de significado comunitario, transformando una zona que formaba parte de la vida cotidiana de la ciudad en un lugar de muerte y control. Cerca de la basilica de Santa María del Mar se encontraban fosas comunes procedentes de la resistencia barcelonesa, creando un paisaje de memoria traumática donde los muertos no estaban reconocidos sino amontonados.

El lugar adquirió así una importancia especial no solo como espacio físico, sino también como lugar en la memoria, ligado a la historia personal y los sentimientos de los barceloneses. Durante el reinado de Isabel II, cuando la fortaleza fue reconstruida tras un intento previo de demolición, se mantuvo como un recordatorio constante del poder centralista y como advertencia al pueblo barcelonés.

Episodios de Control y Represión

La función represiva de la Ciudadela se manifestó de manera especialmente clara durante la Jamancia, la revuelta catalana contra Espartero en 1843, cuando el gobierno central tomó Montjuic y la Ciudadela y bombardeó la ciudad desde allí, forzando finalmente la rendición de Barcelona. Este episodio consolidó la percepción de la fortaleza como un instrumento de opresión y control militar sobre la población civil.

La circunstancia de que desde la segunda mitad del siglo XVII el ejército había sido propio de la ciudad se convirtió en una fuente de tensiones, máxime cuando este ejército estaba formado por soldados profesionales o mercenarios, todos de origen foráneo. Desde la óptica barcelonesa, estos militares no eran sus soldados, sino los del rey, un monarca al que se había enfrentado toda Cataluña.

La Transformación en Espacio Público

El Proceso de Demolición y Cesión

En 1868, con el inicio de la revolución contra el gobierno de Isabel II, comenzó de nuevo la destrucción de la Ciudadela como símbolo de la represión centralista. Solo algunas partes se conservaron, ya que demoler la fortaleza entera resultaba muy costoso, pero se buscó una solución alternativa para remodelar la identidad del espacio en la memoria colectiva y evitar la carga histórica negativa que los ciudadanos asociaban con ella.

El general Juan Prim consiguió los terrenos y empezó una nueva etapa de transición para devolver el espacio al pueblo, compensando a los propietarios y devolviendo el territorio a los barceloneses. Como señala Hughes, "Prim knew only too well how hated the Citadella was, how impacted with memories of imprisonment, execution and repression. He would be seen as a liberator, freeing Barcelona from its blemished history".

El Diseño del Parque

En 1872 se inició la urbanización del espacio como parque público siguiendo un proyecto de Josep Fontserè, quien estableció el criterio urbanístico de que "Els jardins són a la ciutat el mateix que els pulmons al cos humà" (Los jardines son a la ciudad lo mismo que los pulmones al cuerpo humano). El parque de la Ciudadela fue trazado a imagen y semejanza de los jardines de Luxemburgo de París y se inauguró en 1881.

El diseño original de Fontserè fue posteriormente modificado para acoger la Exposición Universal de 1888, respetando siempre su criterio urbanístico fundamental. El parque se convirtió en el primer espacio verde público de Barcelona y durante muchos años fue el único parque de la ciudad.

La Exposición Universal de 1888

Un Momento de Transformación Internacional

La Exposición Universal de Barcelona, celebrada entre el 8 de abril y el 9 de diciembre de 1888, marcó un momento crucial en la transformación de la Ciudadela y de la ciudad en su conjunto. El certamen se desarrolló principalmente en el Parque de la Ciudadela, convirtiendo este espacio de memoria traumática en un escenario de proyección internacional y modernización urbana.

La exposición recibió unos 2.240.000 visitantes y contó con la participación de 22 países de todo el mundo. El evento supuso la rehabilitación de toda una zona (el barrio de la Ribera) hasta entonces poco estimada por el pueblo barcelonés, a causa de la represión que los militares habían ejercido sobre la ciudad en numerosos momentos de su historia.

Impacto en el Desarrollo Urban

Las obras de la exposición conllevaron la mejora de las infraestructuras de toda la ciudad, que dio un enorme salto hacia la modernización y el desarrollo. Entre las mejoras más significativas se incluyeron la urbanización completa del Parque de la Ciudadela, la construcción del Palacio de Justicia, el Monumento a Colón, y la instalación de la primera iluminación eléctrica en las calles principales de Barcelona.

La exposición también sirvió como banco de pruebas del modernismo, el nuevo estilo artístico que hasta principios del siglo XX imperó en las nuevas construcciones de la ciudad, especialmente entre la burguesía. Arquitectos como Lluís Domènech i Montaner, Pere Falqués, y Antoni Gaudí participaron en el proyecto bajo la dirección de Elias Rogent.

Instituciones y Usos Contemporáneos

El Parlamento de Cataluña

Uno de los aspectos más simbólicos de la transformación de la Ciudadela es que el antiguo Arsenal, uno de los pocos edificios conservados de la fortaleza original, alberga actualmente la sede del Parlamento de Cataluña. Esta ironía histórica representa la materialización del proceso de resignificación del espacio: lo que una vez fue símbolo de la represión centralista se ha convertido en sede de la autonomía política catalana.

El Zoológico y los Museos

El Parque Zoológico de Barcelona fue inaugurado el día de la Mercè de 1892, aprovechando los edificios disponibles tras la Exposición Universal. Los primeros animales provenían de la colección privada que Lluís Martí i Codolar tenía en su finca "La Granja Vieja" en Horta, quien los donó al Ayuntamiento de Barcelona.

El parque también alberga importantes instituciones culturales como el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona, cuyo origen se remonta al Museo Martorell, construido en 1882 para albergar el legado de Francesc Martorell Peña. El Castillo de los Tres Dragones, construido para la Exposición Universal de 1888, fue asignado al Museo de Ciencias Naturales en 1917.

Descubrimientos Arqueológicos Recientes

Hallazgos del Siglo XXI

Las intervenciones arqueológicas realizadas en los últimos años han revelado elementos significativos de la fortaleza original que confirman las construcciones según los planos del proyecto original del siglo XVIII. Los trabajos han puesto al descubierto fragmentos de la contraescarpa, tramos de muralla entre diferentes baluartes, y restos de los passillos a prueba de bomba que se situaban bajo los baluartes.

Más recientemente, en abril de 2025, durante las obras para la construcción de un aparcamiento municipal en el marco del proyecto de la Ciutadella del Coneixement, se produjo un descubrimiento arqueológico extraordinario: los restos de una embarcación de los siglos XV-XVI, bautizada provisionalmente como "Ciutadella I". Este barco de diez metros de largo por tres de ancho se encontraba a cinco metros bajo el nivel actual del suelo, revelando cómo la orilla marítima de Barcelona llegaba entonces mucho más al interior.

Nuevos Hallazgos Marítimos

En mayo de 2025, las excavaciones continuaron revelando nuevos vestigios arqueológicos, incluyendo una quilla de madera de 3,43 metros de longitud en buen estado de conservación. Esta pieza corresponde a la estructura que va de popa a proa por la parte inferior del barco y presenta características de la tradición atlántica, específicamente la presencia de una arenisca, un surco longitudinal utilizado para encajar las primeras tablas del forro del barco.

Estos hallazgos están proporcionando información valiosa sobre la historia portuaria y marítima de Barcelona, revelando aspectos desconocidos de la relación de la ciudad con el mar durante los siglos XV y XVI. El proceso de conservación de estos restos requiere un cuidadoso tratamiento para mantener la madera húmeda y evitar su deterioro antes del traslado al centro de conservación de la Zona Franca.

Conclusión

La evolución de la Ciudadela de Barcelona desde fortaleza militar hasta espacio cultural y de memoria representa un caso paradigmático de transformación urbana y resignificación espacial. Este proceso ilustra cómo los espacios pueden cambiar su significado social y político a través del tiempo, pasando de símbolos de opresión a elementos de identidad y orgullo ciudadano. La Ciudadela actual, con sus instituciones democráticas, espacios culturales y descubrimientos arqueológicos, constituye un palimpsesto urbano donde conviven múltiples capas de historia y memoria. Su transformación exitosa demuestra la capacidad de las sociedades para reinterpretar y resignificar sus espacios traumáticos, convirtiéndolos en lugares de encuentro, cultura y construcción democrática. Los recientes descubrimientos arqueológicos añaden nuevas dimensiones a esta narrativa, revelando capas aún más profundas de la historia barcelonesa y enriqueciendo nuestra comprensión del desarrollo urbano y marítimo de la ciudad a lo largo de los siglos.

Bibliografía sobre la Ciudadela de Barcelona

  • Arranz, M., Grau, R., & López, M. (1984). El parc de la Ciutadella: Una visió històrica. L'Avenç.
  • Benatar Zamora, E. (2015). Un parque para Barcelona: La evolución histórico-formal del Parque de la Ciudadela [Tesis de grado, Universitat Politècnica de Catalunya]. UPCommons. https://upcommons.upc.edu/handle/2099.1/4205
  • Hughes, R. (1992). Barcelona. Anagrama.
  • Ajuntament de Barcelona. (2025). El parque de la Ciutadellahttps://www.barcelona.cat/es/conocebcn/pics/el-parque-de-la-ciutadella-92086011921
  • Barey, A. (1980). El Parc de la Ciutadella, símbol catalanista. Cuadernos de arquitectura y urbanismo, 138, 27-34.
  • Solà-Morales, I. (1984). Prólogo. En M. Arranz, R. Grau & M. López, El Parc de la Ciutadella: Una visió histórica (pp. 5-8). Ajuntament de Barcelona.
  • Tarragona, J. M. (2015). Estudi de mobilitat a l’entorn del Parc de la Ciutadella (Barcelona) i proposta de reurbanització del Passeig de Pujades [Tesis de grado, Universitat Politècnica de Catalunya]. UPCommons.
  • Generalitat de Catalunya. (2004). La Ciutadella. Patrimonio Cultural. https://patrimoni.gencat.cat/es/coleccion/la-ciutadella
  • Arranz, M., Grau, R., & López, M. (1984). El Parc de la Ciutadella: Una visió histórica. Ajuntament de Barcelona.
  • Fontserè, J. (1872). Proyecto de un parque y jardines en los terrenos de la ex-Ciudadela de Barcelona. Archivo Histórico de Barcelona.




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