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5/10/25

2.1. Génesis y Desarrollo de las Tarjetas Postales Ilustradas (1869-1900)

2.1. Génesis y Desarrollo de las Tarjetas Postales Ilustradas (1869-1900)

Consolidación como Fenómeno Cultural 

Precedentes técnicos e industriales

La tarjeta postal ilustrada surge de una convergencia de innovaciones técnicas, prácticas sociales y modelos industriales desarrollados durante la segunda mitad del siglo XIX (Carrasco Marqués, 2009). Este formato integra y transforma los precedentes establecidos por la carte de visite fotográfica, la fotografía estereoscópica y la litografía comercial (Teixidor Cadenas, 1999).

La carte de visite, introducida por Disdéri en 1854, popularizó un formato estandarizado de aproximadamente 10 x 6 cm que facilitaba el coleccionismo y la conservación en álbumes (Alonso Laza, 1997). Esta innovación democratizó el acceso al retrato fotográfico gracias a técnicas de producción racionalizada que abarataban costes (López Hurtado, 2013). Los estudios fotográficos diversificaron la oferta temática, incluyendo retratos de personalidades, vistas urbanas, monumentos y reproducciones artísticas, anticipando así la variedad que caracterizaría la tarjeta postal ilustrada (Carrasco Marqués, 2009).

La fotografía estereoscópica contribuyó a construir un imaginario visual sistemático, organizado en catálogos temáticos y geográficos que influyeron directamente en los editores de postales (Riego Amézaga, 1997). Las series dedicadas a España fijaron tópicos visuales sobre el país que serían explotados por el turismo y la industria postal (Garófano Sánchez, 2000). La organización industrial de grandes talleres fotográficos, como el de Jean Laurent en Madrid, introdujo modelos de división del trabajo y redes comerciales estructuradas (Teixidor Cadenas, 1999).

El debate académico sobre la paternidad histórica de la tarjeta postal ilustrada sitúa sus orígenes documentados entre 1855 y 1869 (Carrasco Marqués, 2009). Los antecedentes más tempranos incluyen a litógrafos como Miesler (Berlín, ca. 1860) y Fenner Matter (Basilea, desde 1855), quienes reproducían vistas urbanas mediante grabados, aunque sin función postal específica (Carrasco Marqués, 2009).

Génesis institucional y primeras manifestaciones

Freund señala que la postal adquirió impulso institucional cuando el Ministro de Correos alemán propuso en 1865 la utilización de postales oficiales, aunque estas carecían todavía de ilustraciones (Carreras y Candi, 1903). El Quinto Congreso Postal de Karlsruhe en 1865 consideró por primera vez la carta tarjeta oficial con franqueo preferencial (Carreras y Candi, 1903).

Heinrich von Stephan, secretario de Estado de Correos del Imperio Alemán, propuso la circulación de hojas postales abiertas destinadas a abaratar y acelerar la correspondencia (Carreras y Candi, 1903). Esta propuesta sentó las bases conceptuales del formato postal moderno, aunque no se materializó inmediatamente (Carreras y Candi, 1903).

La materialización práctica llegó cuatro años después. El doctor Emmanuel Hermann, catedrático de Economía en la Academia Militar austriaca, publicó el 2 de julio de 1869 en el Neue Freie Presse un artículo revolucionario (Carrasco Marqués, 2009). Hermann propuso un sistema de correspondencia abierta limitada a 20 palabras con tarifa reducida de dos kreuzer, la mitad del coste de una carta convencional (Carrasco Marqués, 2009).

Adolf Maly, Director de Correos y Telégrafos de Viena, impulsó la ordenanza real que materializó esta iniciativa (Carrasco Marqués, 2009). El 1 de octubre de 1869 se emitió la primera Correspondenz-Karte oficial del mundo, un rectángulo de 12,2 × 8,5 centímetros impreso en tinta negra sobre cartón crema con franqueo incorporado en el anverso (Carrasco Marqués, 2009).

Guerra Franco-Prusiana y primeras ilustraciones

La Guerra Franco-Prusiana (1870-1871) constituyó un catalizador decisivo para la difusión postal (Carrasco Marqués, 2018). El 16 de julio de 1870, August Schwartz, impresor de Oldenburg, remitió una postal decorada con la imagen de un cañón a un pariente en Magdeburgo (Carrasco Marqués, 2018). Esta pieza ha sido considerada la primera postal ilustrada alemana, marcando el momento en que la correspondencia postal trascendió su función meramente textual (Carrasco Marqués, 2018).

Rosshirt, Administrador de Correos alemán, anunció mediante edictos bilingües la introducción de la carta tarjeta en territorios franceses ocupados desde el 29 de septiembre de 1870 (Carrasco Marqués, 2009). Schwartz aprovechó el contexto bélico emitiendo días después tarjetas con imágenes de artilleros, iniciativa comercial que le permitió expandir en 1875 una serie extensa de caricaturas políticas con expresiones belicistas (Carrasco Marqués, 2009).

León Besnardeau, librero de Sillé-le-Guillaume, produjo en 1870 la primera postal ilustrada francesa documentada (Garófano Sánchez, 2000). Ante la escasez de papel para la dotación militar del campo de Conlie, cortó tapas de cuadernos en rectángulos de 6,6 x 9,8 cm, imprimiendo el escudo bretón con la leyenda "Guerra de 1870 - Campo de Conlie" mediante la casa Oberthur de Rennes (Garófano Sánchez, 2000). Estas piezas integraban deliberadamente elementos de propaganda bélica al nuevo soporte postal (Garófano Sánchez, 2000).

Francia oficializó la carta tarjeta el 20 de septiembre de 1872 mediante decreto del Director de Correos Ramport, recuperando soberanía postal tras la ocupación alemana (Carrasco Marqués, 2009).

Normalización internacional y liberalización

La creación de la Unión Postal General mediante el Tratado de Berna en 1874, rebautizada como Unión Postal Universal (UPU) en 1878, estableció principios revolucionarios de libre circulación, uniformidad tarifaria y estandarización dimensional con un máximo de 14 × 9 centímetros (López Hurtado, 2013). Esta organización facilitó decisivamente la expansión transnacional de las postales ilustradas (López Hurtado, 2013).

El Congreso Postal de París de 1878 representó un momento de inflexión al legitimar internacionalmente las postales privadas (Carrasco Marqués, 2018). Esta decisión histórica autorizó formalmente la producción y comercialización de postales por editores no estatales, siempre que cumplieran especificaciones técnicas y tarifas establecidas (Carrasco Marqués, 2018). La medida eliminó efectivamente los monopolios estatales que habían limitado la innovación, estimulando una ola sin precedentes de inversión editorial privada (Carrasco Marqués, 2018).

La liberalización se extendió rápidamente: Alemania permitió las postales privadas en 1872, Francia en 1873, y el Reino Unido finalmente en 1894 (Carrasco Marqués, 2009). Esta cascada de reformas regulatorias desencadenó una expansión exponencial de la producción postal y una extraordinaria diversificación temática que transformó completamente el panorama comunicativo europeo (Carrasco Marqués, 2009).

Innovaciones técnicas y aplicaciones turísticas

Franz Borich introdujo en marzo de 1872 una innovación fundamental: la postal turística fotográfica con vistas suizas, marcando el nacimiento efectivo de la tarjeta postal ilustrada mediante procesos fotográficos (Riego Amézaga, 1997). Esta iniciativa respondía a la creciente demanda de recuerdos visuales generada por el floreciente flujo turístico en los paisajes alpinos (Riego Amézaga, 1997).

El reconocimiento artístico definitivo llegó ese mismo año desde Londres. Gustave Doré, reconocido grabador francés, realizó ilustraciones de monumentos emblemáticos londinenses para la primera postal ilustrada oficial del Reino Unido (Alonso Laza, 1997). Las imágenes de la Catedral de San Pablo, la Torre de Londres y el Puente de Londres subrayaron el valor artístico emergente del medio postal (Alonso Laza, 1997).

Exposiciones Universales como catalizadores

Las Exposiciones Universales de la segunda mitad del siglo XIX se convirtieron en catalizadores extraordinarios para la promoción y difusión de las postales ilustradas (López Hurtado, 2013). Estos eventos congregaban millones de visitantes procedentes de todos los continentes, creando una demanda extraordinaria de recuerdos conmemorativos que las postales satisfacían con eficiencia y economía inigualables (López Hurtado, 2013).

La Exposición Universal de Viena de 1873 marcó el debut oficial de las postales conmemorativas, distribuyendo piezas que incorporaban imágenes de los principales pabellones y atracciones (López Hurtado, 2013). Estas postales cumplían simultáneamente funciones comunicativas y memoriales, permitiendo a los visitantes enviar mensajes mientras conservaban un registro visual permanente del espectáculo presenciado (López Hurtado, 2013).

La Exposición de Filadelfia de 1876 marcó la introducción masiva de postales ilustradas en Estados Unidos (Henkin, 1998). Los organizadores encargaron la producción de series completas de postales con imágenes de los principales edificios y monumentos, estableciendo definitivamente el formato como recuerdo estándar de eventos de masas (Henkin, 1998).

La Exposición Universal de París en 1889 estableció un precedente mediático (Mendelson, 2005). Le Figaro instaló una imprenta a los pies de la Torre Eiffel donde visitantes presenciaban la impresión en vivo de postales (Mendelson, 2005). La Sociedad de la Torre Eiffel editó 300,000 ejemplares de la postal diseñada por León Charles Libonis (1841-1901), franqueables en las plataformas mediante oficina postal habilitada (Mendelson, 2005). La Exposición produjo aproximadamente un millón de tarjetas para diez millones de visitantes (Mendelson, 2005).

La Exposición de Chicago de 1893 marcó un hito tecnológico al introducir en Estados Unidos el sistema masivo de máquinas expendedoras de tarjetas postales (Henkin, 1998). Las 100 máquinas instaladas por la Envelope and Stamp Machine Company vendían dos tarjetas por cinco centavos, resolviendo el desafío logístico de una exposición que recibió 27 millones de visitantes (Henkin, 1998).

Sofisticación del diseño visual

La evolución del diseño visual de las postales ilustradas durante el periodo 1869-1890 reflejó tanto las innovaciones técnicas disponibles como los cambios en las preferencias estéticas del público consumidor (Riego Amézaga, 1997). Las primeras postales ilustradas presentaban diseños relativamente simples con una única imagen central, frecuentemente ejecutada en blanco y negro con técnicas básicas de reproducción (Riego Amézaga, 1997).

La progresiva sofisticación de las técnicas de impresión permitió el desarrollo de diseños más elaborados que incorporaban múltiples imágenes, marcos decorativos complejos y textos integrados compositivamente con los elementos visuales (Riego Amézaga, 1997). Esta complejización del diseño respondía a la competencia intensificada entre editores, que buscaban diferenciarse mediante innovaciones visuales (Riego Amézaga, 1997).

Las postales de la serie "Gruss aus..." (Recuerdos de...), desarrolladas en Alemania durante la década de 1880, ejemplificaron las innovaciones más avanzadas en diseño postal (Carrasco Marqués, 2009). Estas piezas combinaban múltiples viñetas con vistas de diferentes lugares de una misma ciudad o región, frecuentemente enmarcadas con elementos decorativos de estilo Art Nouveau (Carrasco Marqués, 2009).

La introducción del color mediante cromolitografía representó una transformación visual fundamental (Riego Amézaga, 1997). Las postales coloreadas ofrecían una experiencia estética cualitativamente diferente de las postales monocromáticas, incrementando exponencialmente su atractivo tanto para coleccionistas como para consumidores ocasionales (Riego Amézaga, 1997). Los colores vivos y saturados característicos de la cromolitografía conferían a las postales un aspecto festivo particularmente apropiado para su función de recuerdo turístico (Riego Amézaga, 1997).

Dominique Piazza (1860-1941), empleado marsellés, disputó la paternidad alegando haber reducido el tamaño de clichés hacia 1891 para obtener postales fotográficas (Prochaska & Mendelson, 2010). Simultáneamente, W.A. Dobson diseñó las Christmas Cards inglesas, estableciendo la tradición de tarjetas navideñas (Prochaska & Mendelson, 2010).

Georges Goury publicó en 1900 un artículo desmintiendo las paternidades individuales discutidas, proponiendo que los hoteleros suizos iniciaron la práctica imprimiendo imágenes de establecimientos para correspondencia de huéspedes (López Hurtado, 2013). Émile Guyonnet publicó en 1945 un estudio diferenciando las cartas tarjetas oficiales de 1869 de las postales ilustradas posteriores, hipótesis que permanece sin verificación definitiva (López Hurtado, 2013).

Referencias

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