2.1. Génesis y Desarrollo de las Tarjetas Postales Ilustradas (1869-1900)
Consolidación como Fenómeno Cultural
Precedentes técnicos e industriales
La tarjeta postal ilustrada surge de una convergencia
de innovaciones técnicas, prácticas sociales y modelos
industriales desarrollados durante la segunda mitad del siglo XIX (Carrasco
Marqués, 2009). Este formato integra y transforma los precedentes establecidos
por la carte de visite fotográfica, la fotografía estereoscópica
y la litografía comercial (Teixidor Cadenas, 1999).
La carte de visite, introducida por Disdéri en
1854, popularizó un formato estandarizado de aproximadamente 10 x 6 cm
que facilitaba el coleccionismo y la conservación en álbumes
(Alonso Laza, 1997). Esta innovación democratizó el acceso al retrato
fotográfico gracias a técnicas de producción racionalizada que
abarataban costes (López Hurtado, 2013). Los estudios fotográficos
diversificaron la oferta temática, incluyendo retratos de
personalidades, vistas urbanas, monumentos y reproducciones
artísticas, anticipando así la variedad que caracterizaría la tarjeta
postal ilustrada (Carrasco Marqués, 2009).
La fotografía estereoscópica contribuyó a construir
un imaginario visual sistemático, organizado en catálogos temáticos
y geográficos que influyeron directamente en los editores de postales
(Riego Amézaga, 1997). Las series dedicadas a España fijaron tópicos
visuales sobre el país que serían explotados por el turismo y la industria
postal (Garófano Sánchez, 2000). La organización industrial de
grandes talleres fotográficos, como el de Jean Laurent en Madrid,
introdujo modelos de división del trabajo y redes comerciales
estructuradas (Teixidor Cadenas, 1999).
El debate académico sobre la paternidad histórica de
la tarjeta postal ilustrada sitúa sus orígenes documentados entre
1855 y 1869 (Carrasco Marqués, 2009). Los antecedentes más tempranos incluyen a
litógrafos como Miesler (Berlín, ca. 1860) y Fenner Matter
(Basilea, desde 1855), quienes reproducían vistas urbanas mediante grabados,
aunque sin función postal específica (Carrasco Marqués, 2009).
Génesis institucional y primeras manifestaciones
Freund señala que la postal adquirió impulso
institucional cuando el Ministro de Correos alemán propuso en 1865
la utilización de postales oficiales, aunque estas carecían todavía de ilustraciones
(Carreras y Candi, 1903). El Quinto Congreso Postal de Karlsruhe en 1865
consideró por primera vez la carta tarjeta oficial con franqueo
preferencial (Carreras y Candi, 1903).
Heinrich von Stephan, secretario de Estado de
Correos del Imperio Alemán, propuso la circulación de hojas
postales abiertas destinadas a abaratar y acelerar la correspondencia
(Carreras y Candi, 1903). Esta propuesta sentó las bases conceptuales
del formato postal moderno, aunque no se materializó inmediatamente
(Carreras y Candi, 1903).
La materialización práctica llegó cuatro años
después. El doctor Emmanuel Hermann, catedrático de Economía en la Academia
Militar austriaca, publicó el 2 de julio de 1869 en el Neue Freie Presse
un artículo revolucionario (Carrasco Marqués, 2009). Hermann propuso un sistema
de correspondencia abierta limitada a 20 palabras con tarifa reducida
de dos kreuzer, la mitad del coste de una carta convencional (Carrasco
Marqués, 2009).
Adolf Maly, Director de Correos y Telégrafos
de Viena, impulsó la ordenanza real que materializó esta
iniciativa (Carrasco Marqués, 2009). El 1 de octubre de 1869 se emitió la
primera Correspondenz-Karte oficial del mundo, un rectángulo de 12,2 ×
8,5 centímetros impreso en tinta negra sobre cartón crema con franqueo
incorporado en el anverso (Carrasco Marqués, 2009).
Guerra Franco-Prusiana y primeras ilustraciones
La Guerra Franco-Prusiana (1870-1871) constituyó un catalizador
decisivo para la difusión postal (Carrasco Marqués, 2018). El 16 de
julio de 1870, August Schwartz, impresor de Oldenburg, remitió
una postal decorada con la imagen de un cañón a un pariente en Magdeburgo
(Carrasco Marqués, 2018). Esta pieza ha sido considerada la primera postal
ilustrada alemana, marcando el momento en que la correspondencia postal
trascendió su función meramente textual (Carrasco Marqués, 2018).
Rosshirt, Administrador de Correos alemán,
anunció mediante edictos bilingües la introducción de la carta
tarjeta en territorios franceses ocupados desde el 29 de septiembre de 1870
(Carrasco Marqués, 2009). Schwartz aprovechó el contexto bélico
emitiendo días después tarjetas con imágenes de artilleros, iniciativa
comercial que le permitió expandir en 1875 una serie extensa de caricaturas
políticas con expresiones belicistas (Carrasco Marqués, 2009).
León Besnardeau, librero de Sillé-le-Guillaume,
produjo en 1870 la primera postal ilustrada francesa documentada
(Garófano Sánchez, 2000). Ante la escasez de papel para la dotación militar del
campo de Conlie, cortó tapas de cuadernos en rectángulos de 6,6 x 9,8
cm, imprimiendo el escudo bretón con la leyenda "Guerra de 1870 -
Campo de Conlie" mediante la casa Oberthur de Rennes
(Garófano Sánchez, 2000). Estas piezas integraban deliberadamente elementos de propaganda
bélica al nuevo soporte postal (Garófano Sánchez, 2000).
Francia oficializó la carta tarjeta el 20 de
septiembre de 1872 mediante decreto del Director de Correos Ramport,
recuperando soberanía postal tras la ocupación alemana (Carrasco
Marqués, 2009).
Normalización internacional y liberalización
La creación de la Unión Postal General mediante el Tratado
de Berna en 1874, rebautizada como Unión Postal Universal (UPU) en
1878, estableció principios revolucionarios de libre circulación, uniformidad
tarifaria y estandarización dimensional con un máximo de 14 × 9
centímetros (López Hurtado, 2013). Esta organización facilitó decisivamente la expansión
transnacional de las postales ilustradas (López Hurtado, 2013).
El Congreso Postal de París de 1878 representó un
momento de inflexión al legitimar internacionalmente las postales privadas
(Carrasco Marqués, 2018). Esta decisión histórica autorizó formalmente la producción
y comercialización de postales por editores no estatales, siempre
que cumplieran especificaciones técnicas y tarifas establecidas
(Carrasco Marqués, 2018). La medida eliminó efectivamente los monopolios
estatales que habían limitado la innovación, estimulando una ola sin
precedentes de inversión editorial privada (Carrasco Marqués, 2018).
La liberalización se extendió rápidamente: Alemania
permitió las postales privadas en 1872, Francia en 1873, y el Reino
Unido finalmente en 1894 (Carrasco Marqués, 2009). Esta cascada de reformas
regulatorias desencadenó una expansión exponencial de la producción
postal y una extraordinaria diversificación temática que transformó
completamente el panorama comunicativo europeo (Carrasco Marqués, 2009).
Innovaciones técnicas y aplicaciones turísticas
Franz Borich introdujo en marzo de 1872 una innovación
fundamental: la postal turística fotográfica con vistas suizas,
marcando el nacimiento efectivo de la tarjeta postal ilustrada mediante procesos
fotográficos (Riego Amézaga, 1997). Esta iniciativa respondía a la
creciente demanda de recuerdos visuales generada por el floreciente flujo
turístico en los paisajes alpinos (Riego Amézaga, 1997).
El reconocimiento artístico definitivo llegó ese
mismo año desde Londres. Gustave Doré, reconocido grabador
francés, realizó ilustraciones de monumentos emblemáticos londinenses
para la primera postal ilustrada oficial del Reino Unido (Alonso
Laza, 1997). Las imágenes de la Catedral de San Pablo, la Torre de
Londres y el Puente de Londres subrayaron el valor artístico
emergente del medio postal (Alonso Laza, 1997).
Exposiciones Universales como catalizadores
Las Exposiciones Universales de la segunda mitad del
siglo XIX se convirtieron en catalizadores extraordinarios para la
promoción y difusión de las postales ilustradas (López Hurtado, 2013).
Estos eventos congregaban millones de visitantes procedentes de todos los
continentes, creando una demanda extraordinaria de recuerdos conmemorativos
que las postales satisfacían con eficiencia y economía
inigualables (López Hurtado, 2013).
La Exposición Universal de Viena de 1873 marcó el
debut oficial de las postales conmemorativas, distribuyendo piezas que
incorporaban imágenes de los principales pabellones y atracciones
(López Hurtado, 2013). Estas postales cumplían simultáneamente funciones
comunicativas y memoriales, permitiendo a los visitantes enviar
mensajes mientras conservaban un registro visual permanente del
espectáculo presenciado (López Hurtado, 2013).
La Exposición de Filadelfia de 1876 marcó la
introducción masiva de postales ilustradas en Estados Unidos
(Henkin, 1998). Los organizadores encargaron la producción de series
completas de postales con imágenes de los principales edificios y
monumentos, estableciendo definitivamente el formato como recuerdo estándar
de eventos de masas (Henkin, 1998).
La Exposición Universal de París en 1889 estableció
un precedente mediático (Mendelson, 2005). Le Figaro instaló una imprenta
a los pies de la Torre Eiffel donde visitantes presenciaban la impresión
en vivo de postales (Mendelson, 2005). La Sociedad de la Torre Eiffel
editó 300,000 ejemplares de la postal diseñada por León Charles
Libonis (1841-1901), franqueables en las plataformas mediante oficina
postal habilitada (Mendelson, 2005). La Exposición produjo aproximadamente un
millón de tarjetas para diez millones de visitantes (Mendelson,
2005).
La Exposición de Chicago de 1893 marcó un hito
tecnológico al introducir en Estados Unidos el sistema masivo de máquinas
expendedoras de tarjetas postales (Henkin, 1998). Las 100 máquinas
instaladas por la Envelope and Stamp Machine Company vendían dos tarjetas
por cinco centavos, resolviendo el desafío logístico de una exposición que
recibió 27 millones de visitantes (Henkin, 1998).
Sofisticación del diseño visual
La evolución del diseño visual de las postales
ilustradas durante el periodo 1869-1890 reflejó tanto las innovaciones
técnicas disponibles como los cambios en las preferencias estéticas
del público consumidor (Riego Amézaga, 1997). Las primeras postales
ilustradas presentaban diseños relativamente simples con una única
imagen central, frecuentemente ejecutada en blanco y negro con técnicas
básicas de reproducción (Riego Amézaga, 1997).
La progresiva sofisticación de las técnicas de impresión
permitió el desarrollo de diseños más elaborados que incorporaban múltiples
imágenes, marcos decorativos complejos y textos integrados
compositivamente con los elementos visuales (Riego Amézaga, 1997). Esta
complejización del diseño respondía a la competencia intensificada entre
editores, que buscaban diferenciarse mediante innovaciones visuales
(Riego Amézaga, 1997).
Las postales de la serie "Gruss aus..."
(Recuerdos de...), desarrolladas en Alemania durante la década de 1880,
ejemplificaron las innovaciones más avanzadas en diseño postal
(Carrasco Marqués, 2009). Estas piezas combinaban múltiples viñetas con
vistas de diferentes lugares de una misma ciudad o región, frecuentemente
enmarcadas con elementos decorativos de estilo Art Nouveau (Carrasco
Marqués, 2009).
La introducción del color mediante cromolitografía
representó una transformación visual fundamental (Riego Amézaga, 1997).
Las postales coloreadas ofrecían una experiencia estética
cualitativamente diferente de las postales monocromáticas, incrementando
exponencialmente su atractivo tanto para coleccionistas como para consumidores
ocasionales (Riego Amézaga, 1997). Los colores vivos y saturados
característicos de la cromolitografía conferían a las postales un aspecto
festivo particularmente apropiado para su función de recuerdo turístico
(Riego Amézaga, 1997).
Dominique Piazza (1860-1941), empleado marsellés,
disputó la paternidad alegando haber reducido el tamaño de clichés hacia
1891 para obtener postales fotográficas (Prochaska & Mendelson,
2010). Simultáneamente, W.A. Dobson diseñó las Christmas Cards
inglesas, estableciendo la tradición de tarjetas navideñas (Prochaska
& Mendelson, 2010).
Georges Goury publicó en 1900 un artículo
desmintiendo las paternidades individuales discutidas, proponiendo que
los hoteleros suizos iniciaron la práctica imprimiendo imágenes de establecimientos
para correspondencia de huéspedes (López Hurtado, 2013). Émile Guyonnet
publicó en 1945 un estudio diferenciando las cartas tarjetas oficiales
de 1869 de las postales ilustradas posteriores, hipótesis que permanece
sin verificación definitiva (López Hurtado, 2013).
Referencias
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